“Me sirve y no me sirve. La esperanza tan dulce, tan pulida, tan triste, la promesa tan leve, no me sirve. No me sirve tan mansa la esperanza…” (Mario Benedetti).
Esperanza mansa, fiel reflejo de esta tierra, Amazonas, provincia de Condorcanqui. Cultura originaria Awajún Wampis. Solo el 20% es mestizo. En Condorcanqui somos aproximadamente 40 mil habitantes y tenemos para estas próximas elecciones diez candidatos y una candidata para el sillón municipal, eso significa que con tres mil 500 votos, más o menos, uno podrá ser alcalde, en una provincia cuyas necesidades son conocidas por décadas. Grandes volúmenes de diagnósticos y estadísticas nos preceden pero, hasta el momento, nadie hace nada.
Empezaremos por educación. La comunidad fronteriza de Yamanuka, en el distrito de Río Santiago, ante la lejanía de la institución educativa decidió tener una propia y así evitar que más de 40 niños y niñas de inicial y primaria tengan que viajar de 3 a 4 horas a pie o en peque peque. Adecuaron una casa para imaginar que es un aula educativa. Contrataron un docente que hasta el momento está sin pago alguno. Pura vocación. Lo más preocupante es que para el Estado peruano, esta institución educativa, no existe. Ni los alumnos/as, ni el docente, ni el colegio. Por lo tanto, no son beneficiados con los programas sociales, por ejemplo Qali Warma. Este caso es de conocimiento de todas las autoridades educativas, pero como tantos otros, este es un caso más para las estadísticas.
Hablar del sector salud es hablar de una desatención inhumana. Hace algunas semanas, el Comité de Monitoreo Social de Condorcanqui dio unas cifras que debe llamarnos la atención. De 467 niños/as menores de un año, solo 30 tienen DNI, 15 están afiliados al SIS, 8 al Programa Juntos, uno ha recibido sus controles de Crecimiento y Desarrollo (CRED) y uno ha recibido sus 6 meses de hierro. La pregunta que nos hacemos: ¿y los otros 430 niños y niñas dónde están? Nadie sabe nada. No están dentro de las estadísticas. Este monitoreo corresponde de enero a junio del 2014. A este problema hay que sumarle la escasez de medicamentos que debe tener cualquier establecimiento de salud, y el gran elefante blanco que tenemos como Hospital de Nivel II – 1: sin personal, sin equipamiento, y aún no inaugurado desde hace 8 meses.
La vulneración de la educación como derecho se ve reflejada en el caso del Instituto Superior Fe y Alegría 74. El sector educación firmó un convenio donde se responsabiliza a gestionar el presupuesto. Han pasado 5 años desde la firma del convenio y hasta el momento no cuenta con un sol fijo anual. Cada año, el Gobierno Regional de Amazonas utiliza los sobrantes de proyectos para remendar la falta de recursos en el Instituto. En este año se designó 80 mil soles, monto que se termina en setiembre. Ahora, ¿cómo se asegurará que se culmine el año satisfactoriamente?
La Dirección Regional de Educación hizo llegar, hace un mes, un oficio a la directora del Instituto Superior Fe y Alegría 74, manifestándole que “no dan solución en el MEF sobre el problema económico”. Debemos tener en cuenta que son una serie de documentos donde la Dirección de Educación, el Gobierno Regional de Amazonas, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía y Finanzas se tiran la pelota, sin que hasta el momento ninguno asuma realmente el problema. Es un juego que, por el momento, no tiene fin. Mientras tanto, los y las jóvenes pasarán a las estadísticas sobre educación superior.
Según el Comité de Monitoreo Social de Condorcanqui, de 467 niños menores de un año, solo 30 tienen DNI, 15 están afiliados al SIS, 8 al Programa Juntos, uno ha recibido sus controles de Crecimiento y Desarrollo y uno ha recibido sus 6 meses de hierro.
Al inicio de este escrito, mencionamos que 11 candidatos buscan el sillón municipal para la provincia de Condorcanqui. Revisando en líneas generales sus Planes de Gobierno, vemos que hay una inmensa fascinación por el fierro y el cemento, como la construcción de estadios, palacios municipales, plazas de armas. Otros, en cambio, no tienen ni idea de qué harán, pues algunos copiaron y pegaron planes de otras regiones. Esto refleja, con sarcasmo de por medio, una “gran seriedad en sus propuestas”.
Un poblador me decía: “sería mejor que digan: yo robo pero haré obras”; otro indica: “votaré por el que tiene más plata, porque cuando llegue a la alcaldía robará menos”. Los programas sociales han estado presentes. En este Gobierno no es la excepción. Pero, hablar de un gran proyecto de desarrollo para la Amazonia, es una utopía.
En la actualidad, la Amazonía es una fuente de riqueza ambicionada por todo el mundo, principalmente por los poderes económicos. La opinión de muchos sabios de las comunidades gira en torno a que ‘el verdadero interés’ por el cual muestran una indiferencia única por esta parte del Perú, es lograr un exterminio total de una cultura originaria. ¿Qué tan catastrófico puede ser esta opinión, viendo la realidad?
Leonardo Ccori
Radio Kampagkis (Santa María de Nieva, Provincia de Condorcanqui, Amazonas)