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Edición Nº 12

Educación intercultural
27 de abril, 2010

En estos momentos en que la relación entre las culturas indígenas y la cultura occidental dominante se da en situaciones de desigualdad y conflicto y son asimétricas en términos de poder, la educación intercultural, como proyecto político, se debe asumir como un proceso permanente de construcción de relaciones equitativas, de aprendizaje entre personas, conocimientos, valores sociales y tradiciones distintas, pero con respeto y en igualdad de condiciones. Una educación que tenga como propósito la formación de personas libres y pensantes, con dignidad y autoestima, para que contribuyan a la justicia y el desarrollo de su pueblo.

La educación intercultural no debe estar relegada solamente a los pueblos indígenas, debe ser una práctica en todo el sistema educativo nacional, para enriquecernos en la diversidad y construir una convivencia pacífica y solidaria.

En el caso de los pueblos Awajun y Wampis, desde tiempos inmemoriales, su fuente de vida ha sido el territorio en el que están asentados y los recursos que les permiten satisfacer sus necesidades biológicas, sociales y espirituales. Son pueblos en los que los valores sociales de reciprocidad, solidaridad, cooperación e intercambio rigen las relaciones sociales entre las personas, las que se hacen extensivas a otros seres que, junto con ellos, forman parte del territorio que habitan.

La educación Awajun y Wampis está constituida por un conjunto de procesos de enseñanza-aprendizaje relacionados con valores sociales, conocimientos y prácticas culturales; que se implementan a través de la observación y práctica en el desarrollo de las actividades productivas y sociales, el consejo y la toma de plantas maestras (ayahuasca, toe, tabaco); procesos que tienen como responsables a los padres, abuelos y otros agentes educativos.

En esta realidad la escuela llega como una institución ajena a estos pueblos y a sus prácticas culturales. Esta institución, que se injerta en la sociedad indígena, ha mantenido el estatus de “institución especializada”, cuyos propósitos no tienen relación con la vida de las comunidades y pueblos en los que se establece; por el contrario, desvaloriza los procesos de la educación indígena y no es de su interés tomar en cuenta los contenidos, estrategias, agentes educativos, espacios y tiempos de esta. Tampoco es de su interés promover la participación de los diferentes actores sociales de la comunidad en la gestión de los procesos institucionales y pedagógicos que desarrolla y mucho menos que estos se orienten a crear condiciones de buen vivir en la familias y comunidades indígenas.

En este contexto los pueblos Awajun y Wampis han iniciado procesos de reflexión compartida sobre la situación de la educación, con la participación de docentes, líderes, dirigentes, sabios, autoridades educativas y padres de familia, llegándose a definir una concepción educativa que no solo comprende el desarrollo de aprendizajes escolares, sino que también toma en cuenta el desarrollo de capacidades y actitudes que se orienten a la defensa del territorio, el manejo sostenible de sus recursos naturales y el mejoramiento de las condiciones de vida. Todo esto dirigido a crear condiciones de buen vivir, mediante la implementación de una educación intercultural, sustentada en los aportes de la educación indígena y la educación escolar. Además, se ha avanzado en la formulación de una propuesta de gestión educativa a través de Redes Educativas Comunales, en cuya organización y funcionamiento se estaría sustentando los procesos que posibiliten el mejoramiento de la calidad educativa, la calidad de vida de las familias y comunidades, así como la calidad del bosque.

Como dificultades en la implementación de esta educación intercultural está el hecho de que los padres de familia y los diferentes actores de la comunidad ya han internalizado que la escuela es la única institución encargada de la educación de los niños, niñas y jóvenes, dejando de lado su rol como principales formadores de las nuevas generaciones. A esto se suma el elevado número de docentes intitulados, y que la mayoría de los titulados no han recibido una formación docente con enfoque intercultural y bilingüe.

La educación intercultural debe entenderse e implementarse como un proceso de construcción participativa, el mismo que en esta zona todavía tiene pendiente, entre otras, las siguientes tareas:

  • Profundizar y ampliar el proceso de reflexión compartida, con los diferentes actores sociales de los pueblos Awajun y Wampis, sobre la educación intercultural.
  • Formular de manera participativa propuestas curriculares EIB[1] para la educación básica y la educación superior, que posibiliten la articulación de la educación formal con la realidad social y productiva de las comunidades.
  • Elaboración de materiales educativos EIB.
  • Capacitación y acompañamiento a los docentes en el aula y a los actores sociales de las comunidades en los procesos de gestión educativa.
  • Institucionalización de la participación comunitaria en la gestión educativa y el desarrollo humano sostenible de las comunidades y pueblos.

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[1] Educación Intercultural Bilingüe.

Publicado en abril 2010


Manuel Grández Fernández

Educador. Santa María de nieva (Amazonas).

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