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Edición Nº 61

«El cine es un reflejo de lo que somos y lo que hacemos.»
Álvaro Fabián Suárez
13 de abril, 2023

Katherine Subirana es una periodista cultural y multiplataforma que ha destacado en el ámbito del cine y el periodismo con perspectiva de género. Con más de 15 años de experiencia, ha participado en la redacción e investigación de libros y en la producción e investigación de documentales, uno de sus trabajos llegando a ser exhibido en el Festival de Cine de Berlín en 2014. Asimismo, su habilidad en el periodismo le valió el primer puesto en la categoría web del V Concurso Nacional Periodismo que llega sin violencia en 2021.

Además de su trabajo como periodista cultural, Subirana ha demostrado su amplio conocimiento en el ámbito cinematográfico en su labor como jurado de la crítica en el 26° Festival de Cine de Lima 2022. Actualmente, se desempeña como coordinadora editorial del suplemento El Dominical desde diciembre del 2017. En esta entrevista, nos comparte su opinión y reflexiones sobre el cine peruano y las nuevas miradas que este está brindando sobre el país.

¿Estamos encontrando nuevas formas de mirar al país a través del cine independiente en Perú?

Sí, el cine independiente ha ampliado la mirada sobre cómo funciona el país. En cambio, lamentablemente, el cine comercial se sigue limitado a estratos e historias particulares. Películas como Willaq Pirqa, Wiñaypacha y Autoerótica - esta última tocando temas desde una perspectiva femenina y feminista poco abordada - muestran una mirada más amplia de nuestra sociedad. Sin embargo, aún queda mucho por explorar ya que somos un país muy complejo. El cine peruano tiene oportunidades para explorar historias, pero pocos recursos y espacios para desarrollarlas. Algunos cineastas apuestan por hacer primero una película comercial para luego financiar una independiente, mientras que otros buscan financiamiento de distintos lugares; a veces, pidiendo ayudas del Estado.  La evolución de nuestra industria cinematográfica es muy diferente, porque está muy relacionada a la forma en que se ha ido configurando nuestra sociedad. Aún hay mucho camino por recorrer; sin embargo, hay esperanza y existen ejemplos claros de que se puede hacer buen cine en el país.

Además de los estímulos que da la a Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios - DAFO ¿Qué otras facilidades existen para los cineastas y futuros cineastas en Perú?

Los estímulos y ayudas económicas que ofrece el Ministerio de Cultura son, en realidad, muy recientes. La fundación de la DAFO en el 2004 fue un hito importante. Antes de su creación, las películas se financiaban gracias a festivales internacionales o ayudas extranjeras. Hacer cine siempre va a ser costoso, pero nosotros la tenemos más difícil por varias razones; entre ellas, la falta de una escuela de cine y una cinemateca. Además, la formación de muchos cineastas viene de áreas no especializadas en cine, como la publicidad o la comunicación audiovisual. Yo sí considero que la especialización es un factor crucial para garantizar un trabajo de calidad. Lamentablemente, nuestro sistema educativo refleja la precariedad en la que vivimos y la falta de espacios para que los cineastas puedan desarrollarse y educarse. Es por ello que muchos terminan aprendiendo de forma autodidacta también.

Entonces, los apoyos para el financiamiento son muy limitados, lo cual complica mucho el panorama para los cineastas. Tal vez no sea lo primordial, pero sí es muy necesario para hacer una película, y no siempre es fácil conseguir ese dinero. En este sentido, la DAFO se ha convertido en la principal fuente de financiamiento para muchas películas independientes.

Así como usted menciona, el cineasta José Carlos Huayhuaca indicaba como los dos principales problemas del cine peruano la calidad y el financiamiento. A estas declaraciones, yo les sumaría las del guionista Aldo Salvini, quien sostiene que la industria cinematográfica peruana abunda el "quechuchismo" o el "así nomás"; ya que, igual estas producciones consiguen medio millón de espectadores en la primera semana. ¿Cree que este fenómeno se observa en recientes estrenos como "Asu Mare Los amigos"?"

Sí. El caso de “Asu Mare” es particular porque es una formula. El éxito de su primera entrega está relacionado con muchas cosas que van más allá de lo cinematográfico. Tiene que ver con un personaje carismático fuera de la pantalla grande. A pesar de que Carlos Alcántara ha trabajado en otras películas, su éxito no estaba relacionado precisamente con sus apariciones cinematográficas. En mi opinión, lo que hizo Tondero fue aprovechar un personaje y una historia que tenía buena acogida fuera de la pantalla grande para llevarla a ella, y tuvo éxito. No pienso que “Asu Mare 1” sea mala per se, creo que tiene algunos méritos; pero, sobre todo, siento que tenemos un problema con la definición de lo que es entretenimiento. En mi opinión, el cine y la literatura deben entretener a su audiencia, pero esto no significa ofrecer contenido vacío o centrarse solo en comedia y risas. La falta de claridad en la definición de entretenimiento se debe a que carecemos de una política de formación de público en nuestro país. Es por ello que con "Asu Mare" funcionó la primera, entonces están explotando la historia hasta límites insospechados, sin considerar la calidad de la película. Creo que la industria del cine peruano se ha enfocado en caminos fáciles y subestima al público, lo que ha llevado a la falta de esfuerzo en la realización de muchas películas.

La evolución de nuestra industria cinematográfica es muy diferente, porque está muy relacionada a la forma en que se ha ido configurando nuestra sociedad.

¿Cuál es su opinión sobre las declaraciones que dio Carlos Alcántara en la premier de la película?

Creo que tiene que ver con la devaluación que tiene la profesionalización cinematográfica. Me dio mucha pena cuando Carlos Alcántara hizo esas declaraciones porque es una persona influyente que, en mi opinión, está transmitiendo el mensaje equivocado. No puedo negar que ha trabajado duro en la industria, pero también es cierto que su relación con ciertos círculos le ha permitido dirigir una película sin tener conocimientos previos de dirección cinematográfica, algo que no está al alcance de todos. Creo que sus declaraciones minimizan el esfuerzo necesario para crear una buena producción y esto puede deberse a las personas con las que se relaciona y la productora con la que trabaja.

¿Cómo podemos mejorar la formación de los públicos para que disfruten de nuevos contenidos que les gusten, acepten y a la vez, que las productoras estén dispuestas a invertir en ellos?

Opino que debería ser un esfuerzo sostenido en el tiempo que involucre a diferentes sectores, no solo a los productores cinematográficos. Personalmente, creo que sería fundamental crear una cinemateca que permita a los cinéfilos acceder a películas de calidad en salas comerciales. Actualmente, la oferta de películas en salas comerciales es muy limitada, especialmente después de la temporada de premiaciones. La mayoría de las salas solo exhiben las películas más comerciales de Hollywood, dejando de lado la gran cantidad de películas interesantes y de calidad que se producen en otros lugares. Además, la cantidad de salas de cine ha disminuido significativamente en comparación con épocas pasadas, lo que limita aún más la diversidad de la oferta cinematográfica. Sería importante recuperar la oferta diversa de cine que había antes, para lo cual se necesitaría una mayor cantidad de salas en distintas zonas de la ciudad, permitiendo que la gente tenga más opciones para elegir. Por ejemplo, yo suelo ir al Centro Cultural de la PUCP, pero lamentablemente no es accesible para todas las personas debido a su ubicación en San Isidro.

¿Cómo podemos empezar a implementar medidas para fomentar la industria cinematográfica en el país?

La respuesta es compleja, ya que depende de varios factores. Considero que la educación es fundamental en este proceso. El cine y la literatura, aunque tienen un propósito de entretenimiento, pueden ser una herramienta formativa para las personas. Es importante dejar de ver al cine como una actividad para matar el tiempo libre, sino como algo que puede tener un impacto educativo y utilizarse como herramienta pedagógica en escuelas, universidades y espacios comunitarios. Hay esfuerzos aislados para utilizar el cine en la educación, pero si no hay una política de Estado que respalde y financie estas iniciativas, no avanzaremos mucho. Es alarmante que no tengamos una cinemateca centralizada donde se pueda acceder a todo nuestro patrimonio cultural cinematográfico, incluyendo las películas peruanas de los años 60 y 70, las cuales son muy difíciles de encontrar en la actualidad.

Considero que estamos perdiendo ciertas cosas por pura desidia. La cultura no puede seguir siendo ignorada y dejarla siempre en último lugar. Como país, nuestras prioridades están mal orientadas y nuestro desarrollo es desigual. Debemos tomar en cuenta que hay cosas que podrían ser importantes sin necesidad de grandes presupuestos. No estoy segura si los currículos escolares actualmente incluyen ver películas, pero sería una buena idea para comprender procesos y temas de una manera diferente. Si los niños y niñas se acercan al cine con curiosidad desde una edad temprana, pueden desarrollar su capacidad crítica y análisis. A pesar de los esfuerzos que se hacen, incluyendo los del Estado, todavía tenemos un largo camino por recorrer como sociedad, como conjunto y como público exigente.

Tanto el cine y la literatura deben dejar de ser vistos como modos de
entretenimiento y empezar a utilizarse como herramientas pedagócias y
formativas.

¿Cómo ve el cine peruano ahora en relación a la creación de una industria?

Depende de cómo definamos la industria. Si la definimos como un espacio que genera recursos, entonces ya tenemos una industria. En cambio, si la definimos como un espacio donde se produce de determinada manera, se hacen ciertos tipos de trabajo y hay una formación específica, todavía lo veo muy lejos. Es necesario partir de esta pregunta para saber en qué punto estamos. No podemos asumir que todos tenemos el mismo concepto de industria cuando existe tanta dispersión en la producción de cine peruano. Necesitamos definir claramente qué es lo que conformaría la formación de una industria de cine peruana, para poder avanzar en esa dirección.

¿Cree que el cine peruano actual aborda temáticas e historias que responden a los nuevos cambios sociales o conciencias que estamos tomando?

A mi parecer, aún estamos lejos de eso en el Perú. Aunque se está incluyendo la temática andina, creo que no se está profundizando más allá de lo anecdótico o del folclorismo. Considero que todavía no hay un compromiso real con las narrativas que reflejen la diversidad de nuestro país y que se necesita un mayor esfuerzo en ese sentido. Por otro lado, me pregunto si las películas que tienen éxito en la cartelera comercial tendrían el mismo impacto si mostraran una realidad más cruda y menos romantizada. Al fin y al cabo, igual el cine es un reflejo de lo que somos y lo que hacemos. Los documentales que reflejan desigualdades y problemas dentro de nuestras comunidades no son tan bien recibidos como las películas más estéticas y amables. Sería bueno si alguien se animaría a hacer una película que refleje las realidades de una forma más cruda y menos decorada en el futuro.

El cine debe entretener a su audiencia, pero esto no significa ofrecer contenido vacío o centrarse solo en comedia y risas. La falta de claridad en la definición de entretenimiento se debe a que carecemos de una política de formación de público en nuestro país."

¿Cuáles son las expectativas para el cine peruano en los próximos años?

Yo considero que la producción de cine peruano seguirá creciendo, pero de manera irregular. No estoy seguro si llegaremos a formar una industria o a consolidar un público para el cine nacional. Sin embargo, en este proceso es posible que se consoliden algunas cosas que todavía hacen falta. A pesar de todo, la existencia de DAFO ofrece esperanza para los cineastas independientes que no tienen muchas facilidades de financiamiento. Actualmente, muchas películas independientes se han producido y distribuido gracias a este fondo. Aunque hay una gran dependencia de DAFO, es importante aprovecharlo para hacer mejores producciones.

Otoño 2023


Álvaro Fabián Suárez

Apostolado de Justicia Social y Ecología

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Álvaro Fabián Suárez
Álvaro Fabián Suárez

Editor de la Revista Intercambio. Periodista y comunicador audiovisual. Bachiller en Periodismo por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.

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