En el mes de octubre se realizó en Lima la Reunión Anual de las Juntas de Gobernadores del Grupo del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), para las cuales, tanto el BM como el FMI se estuvieron preparando desde meses atrás. Su estrategia fue evidenciar su rol en la reciente historia del “crecimiento” del Perú. Vale la pena señalar que el BM y el FMI movilizaron, previo a las reuniones, a parlamentarios y funcionarios públicos para mostrar lo que el buen alumno peruano había aplicado en los últimos 25 años.
No obstante, es falaz señalar que el crecimiento del Perú se debe a la aplicación de las recetas del Consenso de Washington y al apoyo técnico de estas instituciones. No podemos negar la capacidad de influencia de estas instituciones en la región –más ahora en los países que se habían alejado, como los llamados países “progresistas”-. Lo cierto es que el ciclo o boom del precio de los metales hizo que los índices macroeconómicos del Perú crecieran, más que las condiciones estructurales de la economía peruana, en casi la última década.
En todo caso, es discutible afanarse en ello, porque este modelo también tiene problemas, como la acentuada desigualdad, el carácter asistencialista, el grado de corrupción, la baja calidad de la ciudadanía y los conflictos socioambientales en los proyectos extractivos del país.
Frente a un posible acto pomposo –que oscureciera los problemas sustanciales del modelo peruano–, la sociedad civil peruana articuló una agenda crítica y propositiva con el objetivo de mostrar hacia dónde debe orientarse la reforma del mercado internacional y las economías extractivistas como el Perú. De hecho, las acciones desarrolladas en el evento alternativo (realizado al mismo tiempo que las reuniones del BM y del FMI) tuvieron como finalidad hacer notar la visión crítica de la sociedad civil bajo el lema “Desmintiendo el Milagro Peruano”[1], frente a lo que el Gobierno peruano quería demostrar en este evento internacional. Es claro que la crisis económica internacional y la peruana –por la recesión y la reducción del crecimiento chino– deben hacernos reflexionar sobre los problemas de fondo.
Era de preverse que este encuentro internacional se convierta en una ceremonia pomposa, a pesar de haber sufrido hace 7 años la mayor crisis económica internacional de la historia, olvidándose de su responsabilidad y de las del sector privado, gobiernos. La agenda era clara: vender el caso peruano como si hubiera sido planeado por ellos. Pero la crítica y las contradicciones del modelo son tan evidentes que, en plena reunión, el FMI bajó la expectativa de crecimiento del Perú a 2,4% de su PBI (2015).
Algo que no gustó al Gobierno peruano, pero era claro que debía ser puesto sobre la mesa, fueron los conflictos socioambientales, como los casos mineros Tía María y Las Bambas; además de la campaña comunicacional desarrollada por la Plataforma Alternativa frente al BM y el FMI, que trató de balancear lo celebratorio del evento versus lo que ocurre en el modelo peruano.
[...] hubo un crecimiento económico en Perú en la última década y el Gobierno peruano, élites políticas y grupos económicos no hicieron nada por invertir beneficio en el país, en su pueblo, en términos de capital humano: sus jóvenes. Ahora nos toca llorar por los platos rotos.
El mayor logro de esta Plataforma fue organizar los mensajes críticos y las propuestas, alternativas a las recetas económicas imperantes: diversificación productiva, fortalecimiento de la institucionalidad ambiental, respeto a los derechos indígenas y laborales de diversos sectores, y una mayor inversión en la gestión que garantice que la inversión pública o privada sea sostenible, equitativa. Todo ello se consolidó en un fórum alternativo que reunió a más de 2500 personas.
Con una asistencia aproximada de 50 personas, las mesas de trabajo del evento alternativo abordaron las temáticas relacionadas con derechos humanos, estándares ambientales y sociales, fiscalización y transparencia, cambio climático, derechos indígenas, industrias extractivas, etc. Mientras en el Civil Society Policy Forum de la reunión oficial del BM y FMI, el nivel de participación fue muy bajo. Sin duda, el BM y el FMI deben reformular cómo se relacionan con la sociedad civil.
Para el Grupo Regional sobre Financiamiento e Infraestructura (GREFI)[2], los eventos paralelos en Lima pueden ser hitos de inflexión con respecto a la incidencia hacia estas instituciones financieras internacionales[3]. Es claro que la sociedad civil global debe reflexionar sobre sus estrategias de incidencia porque estamos perdiendo la batalla frente a las reformas de estas instituciones.
Primero, debemos acompañar el lobby de café con la movilización social, que alimente una crítica y legitime las propuestas que sabemos pero no escucha el BM ni el FMI. Segundo, debemos crear un marco integral de incidencia en la agenda de la sociedad civil, dividida ahora en batallas en puro lenguaje, como en LGTB, derechos humanos, medio ambiente, derechos de niños y derechos de las personas con discapacidad, etc. Tendremos victorias en el lenguaje de los futuros estándares para las inversiones, pero en asegurar el capital sostenible o equitativo hemos casi perdido la batalla. No podemos contentarnos con logros sectoriales, debemos ser solidarios pensando a futuro en todos los problemas que traerá el nuevo modelo de desarrollo.
La presentación del caso de Máxima Acuña[4] en la reunión con los directores ejecutivos del BM fue un mensaje que reclamaba cambios en estas instituciones financieras internacionales, pues si quieren ser parte de los cambios de América Latina, deben responder a un enfoque de derechos humanos y de sostenibilidad.
El evento alternativo contó con expositores internacionales que dejaron mensajes políticos sobre el rol y equívocos del BM y el FMI. Hugo Arias, Eric Toussaint y María Lucía Fatorrelli presentaron un diagnóstico del modelo de dependencia económica de nuestros países (endeudamiento frente al FMI). Fattorelli dejó una tarea para la sociedad civil de la región: cómo articular el financiamiento climático con el análisis más profundo de la Auditoria de la Deuda, que pasa de lo económico y se traslada al gasto público de diversos sectores (salud, educación, ambiental, etc.).
En su sesión de clausura, el evento contó con la presencia del Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, los economistas Óscar Dancourt (Perú) y Martín Guzmán (Argentina). El Nobel terminó por sentenciar la fanfarria que pretendió realizarse en Perú: hubo un crecimiento económico en Perú en la última década, y el Gobierno peruano, elites políticas y grupos económicos no hicieron nada por invertir beneficio en el país, en su pueblo, en términos de su capital humano, sus jóvenes. Ahora nos toca llorar por los platos rotos. Seguiremos llorando si nuestra clase política no toma conciencia de ello y asume también los costos.
Finalmente, contamos con una nueva generación de actores sociales, de jóvenes que vienen participando en la construcción social y política del Perú. Fueron ellos quienes principalmente organizaron el Fórum Alternativo. A los mayores, los más experimentados, nos tocará como decía el intelectual peruano González Prada, dar un paso al costado y asumir un rol de acompañamiento al nuevo liderazgo de la juventud peruana que se viene expresando en diversos campos. Esperemos que esta juventud de la sociedad civil, honesta y coherente, pueda guiarnos a un mejor modelo de desarrollo.
[1] Organizado por la Plataforma Alternativa frente al BM y el FMI ( http://plataformalternativa.com), e integrada por diversas instituciones, entre ellas: Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), el Comité Juvenil, el Pacto de Unidad de Organizaciones Indígenas del Perú, Latindadd, ANC, Foro Salud, Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. [N. del E.]
[2] Integrado por cuatro organizaciones de la sociedad civil de la región de América Latina y el Caribe (ALC): Asociación Ambiente y Sociedad (AAS), Colombia; Derecho Ambiente y Recursos Naturales (DAR), Perú; Fundar, Centro de Análisis e Investigación, México; y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS), Argentina. [N. del E.]
[3] http://grefi.info/es/cual-es-el-futuro-de-las-politicas-sociales-y-ambientales-para-la-region-grefi-establece-desafios-tras-las-reuniones-anuales-del-bm/
[4] Máxima Acuña, una mujer campesina de Cajamarca, se ha enfrentado legalmente a la minera Yanacocha por la defensa de sus tierras: https://lamula.pe/antologias/f6760a32afec4ddcad50561339052230 [N. del E.]
César Gamboa Balbín
Director Ejecutivo de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales - DAR, organización civil que contribuye al desarrollo del país a partir del manejo y aprovechamiento sostenible de sus recursos naturales y la gestión del medio ambiente en la Amazonía.