Como lo señala la Ley, la descentralización tiene como objetivo promover el desarrollo integral y sostenido del país, en ese marco debe generar las condiciones y oportunidades necesarias para que todos y todas, especialmente los grupos excluidos, alcancen mejores condiciones de vida, sin ninguna discriminación de clase, género, generacional o de raza. De la misma manera, un aspecto clave del proceso es que “los Gobiernos Regionales y Locales están obligados a promover la participación ciudadana en la formulación y concertación de sus planes de desarrollo y presupuestos y en la gestión pública. Para este efecto deberán garantizar el acceso a la información pública y la conformación y funcionamiento de espacios y mecanismos de consulta, concertación, control, evaluación y rendición de cuentas[1]”.
Aun con los avances en las normas y procesos y los esfuerzos efectuados por las organizaciones y la sociedad civil, existen todavía dificultades para que las mujeres ejerzan plenamente sus derechos y gocen de una ciudadanía plena e integral, como consecuencia de ello, se limita la posibilidad de que sus demandas e intereses formen parte de las decisiones y políticas públicas.
Por otro lado, con las muchas limitaciones que todavía existen, el proceso de descentralización supone para las mujeres y sus organizaciones, una oportunidad que hay que fortalecer, encontrando las estrategias y los mecanismos que permitan que este proceso sea cada vez más democrático, efectivo y aporte a la mejora real de la calidad de vida de la población. En este proceso las mujeres tienen la posibilidad de:
En un esfuerzo por aprovechar estas oportunidades, superando las limitaciones que el propio proceso tiene (cultura centralista y machista, poca transparencia, temor a la participación, ausencia de mecanismos de control ciudadano, organizaciones desarticuladas, entre otras) y de afirmar y visibilizar su actoría y aporte al desarrollo de sus localidades, las organizaciones de mujeres de Lima Este han emprendido un proceso de articulación a nivel local y sub regional que les permitirá usar efectivamente estos mecanismos de participación, incidir en la formulación de políticas y ejercer la vigilancia ciudadana.
Este proceso se llevó a cabo en los distritos de El Agustino, Santa Anita, Chaclacayo, Chosica y Ate[2], donde las organizaciones de mujeres, a través de talleres y espacios de reflexión, diagnóstico y propuestas, constituyeron las Redes Distritales y la Red de Lima Este y formularon las Agendas respectivas. La Red se ha definido como un espacio de articulación de las demandas y propuestas de las mujeres, expresadas en Agendas, de manera que se pueda actuar en forma coordinada, ser más influyentes en el dialogo con las autoridades y lograr que éstas sean colocadas en los espacios de decisión local, municipal, sectorial y, en alianza con otras redes, en el espacio nacional.
Las Agendas formuladas por las organizaciones de mujeres son integrales, pues señalan propuestas de acciones y políticas para los gobiernos locales, metropolitano y central en relación al eje Social (en los temas de salud integral, educación y seguridad alimentaria), el Eje Económico, el Político, el de Medio Ambiente, Identidad cultural y el de Ética y Valores.
Ello a partir de las experiencias de las organizaciones integrantes y de su participación en los procesos de los últimos años, tales como: Pactos de Gobernabilidad, Planes de Desarrollo Concertado, Presupuestos Participativos, Comités de Vigilancia, Concejos de Coordinación Local y Mesas de Concertación; procesos en los que las mujeres han desarrollado capacidades para la formulación de propuestas y para su intervención consciente e informada. Participan en las Redes organizaciones como Comedores Populares Autogestionarios, Clubes de Madres, Vaso de Leche, Bancos Comunales, Redes de Prevención de la Violencia Familiar, Comités de Gestión Distrital, Comités de Seguridad Ciudadana, Promotoras de salud y de medio ambiente, secretarías generales de AA. HH., entre otras.
El reto de las Redes durante los próximos meses será, además de difundir sus agendas, generar alianzas e influir en los espacios locales para la consideración y financiamiento de sus propuestas, el poder participar en los procesos de Pactos de Gobernabilidad con ocasión de las próximas elecciones municipales para presentar y lograr acuerdos con los candidatos en la incorporación de los temas priorizados de sus Agendas.
El reto para nosotros es interactuar con las mujeres y sus organizaciones en este proceso, promover y facilitar la reflexión y el análisis continuo sobre el contexto, las situaciones de exclusión o vulnerabilidad, sus causas y efectos, lo que conlleve al planteamiento de sus Agendas y promueva la acción planificada y concreta. Sin olvidar que la promoción de la igualdad de derechos y oportunidades implica también el cuidado de la persona y el derecho al disfrute de la vida social.
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[1] Ley de Bases de la Descentralización (art. 17.1).
[2] Los cinco distritos pertenecen al denominado Cono Este de Lima.
Publicado en noviembre 2009
Carmen Robles Arana
Servicios Educativos El Agustino - SEA