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Edición Nº 52

Reactiva Perú solo alcanzará a 20% de las Mypes
10 de diciembre, 2020

Los estragos que viene ocasionando el virus denominado Covid-19 han revelado la precariedad de nuestro sistema sanitario, económico y de generación de empleo. La existencia de incongruencia del crecimiento económico es que 30 años de bonanza pareciera que no ha garantizado sentar las bases para que este desarrollo económico sea más inclusivo y sostenible. mypes

Los resultados que se van mostrando en este contexto son:

  • Cerca de 35 mil fallecidos por Covid-19
  • Caída del PBI que se proyecta cerrará -14%
  • Pérdida de puestos de trabajo que ha afectado a más de 6 millones de trabajadores
  • Retroceso en 10 años en la disminución de la pobreza

El presente artículo abordará la incongruencia del modelo económico, la realidad de las Mypes en este contexto y afectación en el marco de la pandemia, y se esbozarán algunos lineamientos que vienen planteando especialistas para mitigar sus efectos e iniciar un proceso de inclusión a partir de promover su formalización y el desarrollo de mayor competitividad.

Paradoja del modelo económico peruano

Los índices de resiliencia macroeconómica, al comienzo de la pandemia, eran los más fuertes de la región. La base de ello es un sistema financiero fuerte, con Reservas Internacionales Netas (RIN) de US$ 74,667 MM, Deuda Externa equivalente a US$ 22,440 MM (26% PBI), Inflación inferior al 5% desde el 2000. Es por ello que nuestro país es reconocido por tener en el sol una “moneda dura”, con una calificación de riesgo país BBB+[1], además de estar ubicados en los últimos 20 años en el 10° puesto de países con mayor crecimiento en el mundo.

Sin embargo, cuando a esta resiliencia macroeconómica se le adicionan Indicadores estructurales, como:  precariedad del empleo, elevada presencia de la informalidad en la PEA, bajos niveles de ahorro e intermediación financiera y baja efectividad gubernamental, relacionado a la capacidad de implementación y ejecución de políticas, ello nos ubica en los últimos lugares del ranking según el Índice de resiliencia macro + estructural, que elabora el BM y FMI.

Sobre efectividad gubernamental habría que recordar las dificultades que viene enfrentando el gobierno para distribuir los bonos que se dispuso entregar a un 75% de familias en el Perú y que está tomando más tiempo de los planeado.

Mypes y el rostro de la informalidad y la baja competitividad

La Población Económicamente Activa (PEA) en el Perú está conformada por 17 millones de personas, según Encuesta Nacional de Hogares - ENAHO 2019; de las cuales 5 millones se desenvuelven en el marco de actividades económicas formales y 12 millones en condiciones de informalidad.

[Nuestros] índices de resiliencia macroeconómica, al comienzo de la pandemia, eran los más fuertes de la región. [...] Sin embargo, cuando a esta resiliencia se le adicionan indicadores estructurales, como: precariedad del empleo, elevada presencia de la informalidad, bajos niveles de ahorro e intermediación financiera y baja efectividad gubernamental, ello nos ubica en los últimos lugares del ranking según el Índice de resiliencia macro + estructural, que elabora el BM y FMI.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el número de empresas activas en el 2019 ascendió a 2'734,619, con una tasa de bajas de 4.7%. A nivel de actividades la misma está distribuida en el sector Agropecuario (1.6%), Minería e Hidrocarburos (0.6%), Manufactura (7.7%), Construcción (3.2%), Comercio (43.5%) y Servicios (43.4%).

Fernando Villarán, especialista en el tema Mypes, destaca que según la investigación realizada en el Perú sobre Producción y Empleo Informal, a cargo del INEI con el apoyo del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia (publicada por el INEI en el 2014), se comprobó que el Empleo Informal en el Perú alcanzaba el 79% de la PEA, y que la producción informal alcanzaba el 19% del PBI. Esta investigación, desde su perspectiva, difiere de todas las investigaciones previas sobre el sector informal, que sobrevaloraban el aporte de este sector al PBI hasta por el 60%. Con los ajustes en la metodología permitió establecer que el problema central de las Mypes era la baja productividad.En esta estructura, la participación de las Mypes representa un 95%, principalmente vinculadas a actividades de comercio, servicios y manufactura, que se caracterizan por el uso intensivo en mano de obra, con bajos requerimientos de capital y con mínimas barreras de entrada.

Los programas de apoyo del gobierno

Desde el inicio de la pandemia el gobierno de Vizcarra, con el fin de mitigar los impactos en la economía, desarrolló dos estrategias de intervención de apoyo con medidas focalizadas y transversales. En la primera, para dar alivio tributario, se prorrogó el pago de impuestos para empresas con ventas menores a 5000 UIT, y creó un Fondo de Apoyo Empresarial Mype (FAE Mype). En la segunda, para apoyar en el proceso de recuperación empresarial, se dio la suspensión de sanciones tributarias, otorgó un subsidio del 35% de planilla por única vez (para sueldos menores a 2,400 soles), realizó una flexibilización laboral al activar la figura de la suspensión perfecta de labores y creó el Programa REACTIVA PERU, entre otras. Lo que conllevó a que el país implementara un plan económico de 19,69% del PBI, que equivale a S/ 136,536 millones[2].

¿De qué se trata cada programa de apoyo a las Empresas?

FAE-Mype[3]. Es un Fondo estatal creado para garantizar créditos de capital de trabajo para las micro y pequeñas empresas (Mype) de todos los sectores productivos (formales e informales), con plazos de 3 años y un período de gracia de hasta 12 meses, canalizados a través de las entidades del sistema financiero y las cooperativas de ahorro y crédito. Dicho programa cuenta con un patrimonio de S/. 800 millones. Una particularidad de este programa es la figura de apalancamiento, que consiste en la combinación de recursos propios (el fondo) y ajenos (recursos de las entidades financieras como resultado de sus operaciones) y a través de la cual, el fondo puede incrementar hasta en cinco veces su valor (S/. 4 mil millones en créditos garantizados).

Reactiva Perú[4]. Es un préstamo otorgado por las entidades financieras a las empresas (micro, pequeña, mediana y gran empresa) con la finalidad de garantizar el cumplimiento de sus obligaciones con sus trabajadores y proveedores. El programa cuenta con un fondo de S/. 60 mil millones. Además, de acuerdo con el Banco Central de Reserva, los créditos serán otorgados con tasas por debajo de un 2% anual.

Paralelamente a ello, en el mes de mayo se presentó un plan para la reactivación de actividades económicas, estructurado en 4 fases, el mismo que se viene implementando y que preveía que hasta fines de agosto se retomarían todas las actividades. La amenaza de una segunda ola de contagio ha obligado al gobierno a retroceder y mantener algunas actividades en suspensión (espectáculos deportivos masivos, reuniones sociales en discotecas y bares, asistencia a cines y gimnasios, etc.)

Acceso de las Mypes a los fondos de apoyo

El portal periodístico independiente Ojo Público difundió en agosto, tomando datos del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que durante la pandemia la entrega de créditos en soles aumentó de 9,7% a 19%, debido al impulso de programas como Reactiva Perú y FAE Mype. A la fecha, los préstamos totales colocados a grandes empresas y clientes corporativos (compañías con ventas anuales que superan los S/200 millones) alcanzan cerca de S/127 mil millones. Un monto muy superior al segmento de medianas empresas, que captaron S/54 mil millones del sistema financiero; y las Mypes, que alcanzaron casi S/. 51 mil millones en créditos.

Por su parte, el titular del BCR informó, al 12 de octubre, que más de 480 mil empresas de todos los sectores económicos recibieron créditos de Reactiva Perú, de las cuales el 98%, son micro y pequeñas empresas. Estos negocios se beneficiaron con tasas de interés históricamente bajas. Dicho monto acumulado a la fecha representa el 84% de los recursos del programa, y se asignó a una tasa de interés promedio de 1,72%, para los clientes de las entidades financieras.

El Estado benefició a un gran número de microempresas con créditos especiales en este tiempo de pandemia, pero el monto invertido en ellas es muchísimo menor a los préstamos otorgados a las grandes empresas, siendo estas últimas poco más de la tercera parte de las primeras.

Sin embargo, esta cifra revela la poca incidencia de apoyo de este programa en el sector micro y pequeña empresa, pues apenas refleja una cobertura aproximada del 18% según número de beneficiarios. Sin embargo, la distribución de los fondos no se proyecta muy auspicioso si tomamos como referencia el reporte emitido en junio por Experian, empresa consultora en información y análisis con filial en el país, que señala que el tipo de crédito microempresa registraba una participación de deuda apenas del 4.4%, en contraste con la corporativa que alcanzó 31.3%.

Estas deficiencias advertidas, según Ojo Público y Propuesta Ciudadana, están relacionadas con la metodología para garantizar la llegada de estos fondos a las Mypes: si esta no registra historial crediticio, no puede acceder; la periodicidad de las subastas y exigencia de presentación de los expedientes a COFIDE para dar conformidad en el acceso a los fondos; la disyuntiva que han enfrentado las Cajas Municipales de Crédito por otorgar préstamos con tasas promedio de 2.65%, cuando por sus saldos pasivos paga entre 6% y 7%.

Cambios o adaptaciones realizadas por las Mypes para adecuarse a esta "nueva realidad"

El Perú es uno de los países con mayor intención para emprender según Global Entrepreneurship Monitor (GEM) en la publicación de su ranking 2019; quizás ello explica que, tras las medidas de confinamiento y el aislamiento social, a las pocas semanas cientos de miles de informales y desempleados tomaron avenidas y calles colindantes a centros de abasto y mercados para vender “lo que sea” y procurar ingresos con qué mantener sus hogares. Tal situación ocasionó que estos centros duplicaran en número su capacidad, terminando por constituirse en los principales focos de infección.

Con la ampliación de las medidas, y reconociendo la capacidad resiliente en el sector, no extraña que más del 30% de microempresarios hayan cambiado de giro de negocio, no sabemos aún si será definitivo, pero hemos visto cómo salones de belleza y discotecas fueron transformados en tiendas de abarrotes o minimarkets, hemos vistos cómo jóvenes han tomado las redes sociales para ofrecer la venta de artículos diversos o empresas adecuarse para ofrecer y realizar ventas on line, servicio de delivery, entre otros. Se estima que más del 80% de actividades ya se encuentran operando en el marco del plan de reactivación económica y, según coinciden la mayoría de analistas, tomará más de 1 año recuperarse.

Agenda para superar la crisis del empleo y elevar la productividad

El Perú es uno de los países con mayor intención para emprender [...] quizás ello explica que, tras las medidas de confinamiento y el aislamiento social, a las pocas semanas cientos de miles de informales y desempleados tomaron avenidas y calles colindantes a centros de abasto y mercados para vender “lo que sea” y procurar ingresos con qué mantener sus hogares.

Según el documento “Perú: Impacto de la COVID-19 en el empleo y los ingresos laborales”[5], elaborado por Julio Gamero y publicado por la OIT, refieren que las coordinaciones y los acuerdos entre gobierno, empleadores y trabajadores será clave para iniciar un proceso positivo; a ello debiera sumarse temas estructurales, entre ellos, la poca diversificación de la economía, la baja productividad y heterogeneidad productiva, la elevada informalidad. Los ejes propuestos son:

  1. Reactivación del empleo a través de la diversificación productiva y la creación de un entorno de promoción de empleos formales.
  2. Impulso del empleo decente a través de la inversión en políticas activas del mercado de trabajo.
  3. Fomentar el empleo mediante la formación, la digitalización de una parte de la economía y el impulso de nuevos sectores productivos.

Por su parte, Fernando Villarán, para lo mismo, propone implementar dos estrategias que ha denominado “de abajo hacia arriba” y de “arriba hacia abajo”, que consiste en:

1. Elevar la Productividad de las Mypes:

  • Implementación de servicios de desarrollo empresarial (capacitación, transferencia de tecnología, acceso a mercados y consultorías)
  • Desarrollo de proveedores
  • Clústers competitivos
  • Asociatividad
  • Mediante la digitalización de trámites y regulaciones

2. Creando empleos bien remunerados en el sector formal:

  • Diversificación productiva
  • Obras de infraestructura (empleo en el sector construcción)
  • Empleo temporal

A estas iniciativas debieran alinearse los gobiernos locales para asumir una mayor eficiencia en el gasto, promover el desarrollo económico de sus territorios con énfasis en las Mypes, destinando recursos en el marco de la Ley que las promueve, abordar como prioridad el ordenamiento del comercio ambulatorio y evitar el uso de la violencia (porque la pandemia ha agudizado el desempleo); asimismo, priorizar el dialogo, la comunicación y llegar a acuerdos de intereses.

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[1] https://www.mef.gob.pe/es/noticias/notas-de-prensa-y-comunicados/6418-fitch-ratings-ratifica-la-calificacion-crediticia-de-peru-en-moneda-extranjera-en-bbb-con-perspectiva-estable-y-ajusta-de-a-a-bbb-la-calificacion-crediticia-en-moneda-nacional
[2] https://www.mef.gob.pe/planeconomicocovid19
[3] D.U. 029-2020, 049-2020 y Resolución Ministerial N° 150-2020-EF/15
[4] D.L. 1455, 1485 y Resolución Ministerial N° 165-2020-EF/15
[5] https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/documents/publication/wcms_756474.pdf

Verano 2020 / 2021


Jorge Lamas Velásquez

Coordinador del Programa de Apoyo a Estrategias de Autoempleo del CEOP Ilo.

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