La mañana del 21 de abril de 2025, Lunes de Pascua, marcó el fin de una revolución en la Iglesia católica. Jorge Mario Bergoglio, sacerdote jesuita, pero ante todo nuestro querido papa Francisco, falleció tan solo horas después de hacer su última aparición pública ante millones de fieles en pleno Domingo de Resurrección. Durante sus doce años de pontificado, Francisco dejó varias huellas y gestos que, hasta el día de hoy, permanecen vigentes y son resaltados por la feligresía; sin embargo, un aspecto por el cual trabajó permanentemente y dedicó varios eventos, discursos e inclusive una exhortación apostólica, fue la activa participación de los jóvenes en la Iglesia. El sumo pontífice creía firmemente que la juventud era el futuro de la sociedad y, como tal, siempre los animó a tomar acción, a participar activamente de los cambios y a no quedarse, de cierta forma, estáticos; de ahí la importancia de la frase que encabeza este artículo: «Hagan lío». No obstante, es importante preguntarse: ¿cómo nació esta frase y por qué es considerada una guía en la relación del papa con los jóvenes?

No habían pasado ni cuatro meses desde su elección como sumo pontífice cuando, del 23 al 28 de julio de 2013, se celebró la XVIII Jornada Mundial de la Juventud, esta vez con sede en la ciudad brasileña de Río de Janeiro. Había mucha expectativa tanto por parte de los jóvenes como de los medios enviados a cubrir el evento, puesto que era considerado como un primer acercamiento de Francisco hacia un público que veía en él a un papa que podría cambiar y reformar varias de las estructuras tradicionales de la Iglesia, y no se equivocaron. Dos días después del inicio del evento, un 25 de julio, Francisco sostuvo un encuentro con gran parte de la delegación argentina en la Catedral Metropolitana de San Sebastián. Ese día y en ese momento, pronunció un discurso que cambió la forma de ver de los jóvenes hacia la Iglesia:
¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá adentro va a haber lío, va a haber. Que acá en Río va a haber lío, va a haber. Pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera… Quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos. [...] Hagan lío; cuiden los dos extremos de la vida, los dos extremos de la historia de los pueblos, que son los ancianos y los jóvenes, y no licúen la fe.[1]
"Poco a poco la fuerza de la juventud comenzó a formar parte activa en la Iglesia y en los desafíos que esta iba atravesando, pasando de ser una voz emergente a consolidarse como un grupo renovado y fortalecido por cada uno de los mensajes, discursos o señales que Francisco les iba dirigiendo."
Las palabras de Francisco, definidas como claras y cercanas, tuvieron un efecto inesperado. Varios medios de comunicación e instituciones, tanto laicas como religiosas, hicieron eco de esta frase y, de un momento a otro, pasó de ser un aparente simple mensaje a ser el lema principal de una revolución que estaba siendo trabajada en secreto, pero que pronto iba a ver la luz. Efectivamente, poco a poco la fuerza de la juventud comenzó a formar parte activa en la Iglesia y en los desafíos que esta iba atravesando, pasando de ser una voz emergente a consolidarse como un grupo renovado y fortalecido por cada uno de los mensajes, discursos o señales que Francisco les iba dirigiendo. Fue, después de Juan Pablo II, uno de los líderes católicos que ha logrado mayor acercamiento y, por ende, un mayor efecto en la actitud de los jóvenes hacia la religión, un tema que puede, hasta ahora, verse como «extraño» o «anticuado» en cualquier conversación con un joven en nuestros días, pero que para otro buen grupo toma un valor importante, forjando un compromiso que nació o se fortaleció a través de estos gestos y siendo, sobretodo, un fuego que enciende otros fuegos.
Existen diversos gestos que Francisco ha transmitido hacia los jóvenes durante su pontificado; sin embargo, considero que hay dos de ellos que cuentan con una relevancia superior tanto por el contexto como por la forma en la cual fueron transmitidos. Por un lado, el 25 de marzo de 2019, tras el Sínodo de los Obispos realizado en octubre de 2018, el papa firmó la exhortación postsinodal Christus Vivit, dirigida tanto a los jóvenes como al pueblo de Dios, pero con mayor énfasis en el primer grupo puesto que el sínodo tuvo como eje principal a «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional».
A través de fragmentos bíblicos que representan la presencia de la juventud en los inicios del cristianismo como también reflexiones y comentarios sobre la actualidad de la juventud desde diversas perspectivas, como el rol de la pastoral juvenil, el discernimiento e inclusive la búsqueda de la vocación, el documento refuerza el mensaje «Cristo vive y te quiere vivo» y cierra con una frase que refleja el deseo de Francisco sobre la activa participación de los jóvenes hoy en día:
Corran atraídos por ese rostro tan amado, que adoramos en la Sagrada Eucaristía y reconocemos en la carne del hermano sufriente. El Espíritu Santo los empuje en esta carrera hacia adelante. La Iglesia necesita su entusiasmo, sus intuiciones, su fe. ¡Nos hacen falta![2]

"Francisco será recordado por establecer una conexión especial con la juventud actual y por ser un impulso para que actúen con mayor fortaleza en los temas que nos convocan como miembros de una misma comunidad, de una misma Iglesia"
El segundo gesto importante ocurrió en abril de 2023. Ese mes, en la plataforma de streaming Disney Plus, se estrenó el documental Amén: Francisco responde, producido por los españoles Jordi Évole y Màrius Sánchez y filmado en julio de 2022 en Roma. En este largometraje, diez jóvenes, cada uno de ellos de distintas nacionalidades y creencias religiosas, se reunieron con el papa y cada uno expuso sus propias inquietudes, cuestionamientos sobre la fe y la postura de la Iglesia respecto a ciertos temas; algunos incluso expusieron sus testimonios de vida y el porqué, en su mayoría, se alejaron de la comunidad cristiana.
Algo importante de rescatar es que, pese a las diferencias que existen entre cada uno de los presentes en la conversación, Francisco tuvo una gran apertura hacia ellos; entre las bromas iniciales para disipar la tensión y la sinceridad con la que contesta cada una de las preguntas, hace que el diálogo entablado se vuelva una conversación coloquial, donde poco a poco todos, incluyendo el papa, entran en confianza y encuentran, en este espacio, la libertad para poder expresar lo que sienten. Francisco no presiona ni obliga a que todos vuelvan a participar o participen forzadamente en la Iglesia católica, pero los anima a caminar juntos y a que, dentro de la diversidad, puedan unirse fraternalmente, reconociéndose como hijos e hijas de Dios sin distinción.
Considerando todos estos gestos, no era de sorprender que este año santo, 2025, hubiese una actividad que convoque a la juventud: el Jubileo de los Jóvenes con el lema «Peregrinos de la Esperanza», convocado por Francisco en 2024. Lamentablemente, su inesperado fallecimiento no le permitió ver a la multitud de jóvenes que se congregaron en Roma entre el 28 de julio y el 3 de agosto de este año; sin embargo, su legado y el gran trabajo que él hizo para y con los jóvenes estuvo presente durante los días de celebración y está vigente hasta el día de hoy.
Nuestro querido papa Francisco será recordado por establecer una conexión especial con la juventud actual y por ser un impulso para que actúen con mayor fortaleza en los temas que nos convocan como miembros de una misma comunidad, de una misma Iglesia. Cierro con una frase que dijo el Papa en un viaje a Paraguay, allá por el año 2015:
¡Hagan lío! Pero también ayuden a arreglar y a organizar el lío que hacen. Las dos cosas: hagan lío y organícenlo bien. Un lío que nos dé un corazón libre, un lío que nos dé solidaridad, un lío que nos dé esperanza, un lío que nazca de haber conocido a Jesús y de saber que Dios, a quien conocí, es mi fortaleza. Ese es el lío que hagan.[3]

Primavera 2025
[1] Bergoglio, J. (2013, 25 de julio). Encuentro con los jóvenes argentinos en la Catedral de San Sebastián. La Santa Sede. https://shorturl.at/tWvgE
[2] Bergoglio, J. (2019, 25 de marzo). Christus Vivit: Exhortación apostólica postsinodal a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios. La Santa Sede. https://shorturl.at/dPRcf
[3] Bergoglio, J. (2015, 12 de julio). Encuentro con los jóvenes en la Costanera de Asunción, Paraguay. La Santa Sede. https://shorturl.at/9zYWU

Integrante de la Red ESEJOVEN Lima. Estudiante y representante de la Pastoral de la Universidad de Lima.
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