La Organización Mundial del Turismo (2024) y la UNESCO (2021) destacan que el 40 % del turismo mundial está orientado hacia sitios culturales. En el caso del Perú, esta cifra es superada gracias a su vasta riqueza patrimonial, con la llaqta de Machu Picchu como su principal atracción y referente internacional. No obstante, el país está diversificando su oferta turística mediante el fortalecimiento de la conectividad y de los servicios en diversas regiones, lo que, a su vez, promueve un desarrollo más equitativo que impacta positivamente en un mayor número de comunidades. Ejemplos notables de esta estrategia incluyen Kuélap (Amazonas), Huacas de Moche (La Libertad), Sillustani (Puno), Chavín (Áncash), Caral (Lima), Cerro Baúl (Moquegua), entre otros.
La región Cusco es un territorio de espacios culturales y naturales de suma importancia, algunos de los cuales se han convertido paulatinamente en atractivos turísticos. Los visitantes llegan interesados en conocer el enorme legado prehispánico de saberes ancestrales, la cultura viva, los monumentos arqueológicos y coloniales, etc. Sin embargo, dentro de esta enorme riqueza patrimonial, la llaqta o ciudadinca de Machu Picchu es la que concita mayor interés y es el referente de turismo en el Perú.
Cabe mencionar que lo que se encuentra inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1983 es el Santuario histórico o Parque Arqueológico Nacional de Machu Picchu (SHM-PANM), el cual abarca más de 37 mil hectáreas. Este espacio conjuga el patrimonio cultural —con un promedio de sesenta monumentos arqueológicos y más de trescientos kilómetros de caminos prehispánicos que los interconectan— y el natural —con ocho ecorregiones y una abrumadora cantidad de especies nativas de flora y fauna—. El SHM‑PANM ostenta el valor universal excepcional y cumple con los criterios de un bien mixto, distinción que comparte con tan solo siete sitios patrimoniales en América Latina y el Caribe. Esto implica compromisos asumidos por el Perú como Estado parte y firmante de la Convención de 1972.
La llaqta de Machu Picchu es el máximo exponente de la armonía entre la obra humana y la naturaleza. Este destino icónico combina historia, naturaleza y cultura en un escenario espectacular. Su valor universal excepcional atrae a miles de visitantes cada año, lo cual genera significativos beneficios económicos para el Perú. Sin embargo, esta afluencia turística en incremento también plantea serios desafíos relacionados con su conservación y la necesidad de encontrar el equilibrio con el desarrollo social y económico. Los riesgos y las oportunidades del turismo deben abordarse desde una perspectiva interdisciplinaria que priorice el desarrollo sostenible y que minimice el impacto negativo que se genera en el monumento arqueológico de mayor importancia del país.
"Los riesgos y las oportunidades del turismo deben abordarse desde una perspectiva interdisciplinaria que priorice el desarrollo sostenible y que minimice el impacto negativo que se genera en el monumento arqueológico de mayor importancia del país."
El ecosistema del SHM‑PANM y su zona de amortiguamiento son extremadamente frágiles. La masificación turística, el desarrollo no planificado de las poblaciones y el cambio climático ejercen una presión considerable. Los principales riesgos ambientales abarcan la contaminación por residuos sólidos, el vertido de aguas residuales al río Vilcanota y las emisiones de carbono generadas por trenes y autobuses. Además, existen desigualdades en la distribución de beneficios y una dependencia excesiva del turismo en localidades como Aguas Calientes (Machu Picchu Pueblo).
Aunque el turismo en Machu Picchu genera ingresos significativos, también plantea retos relacionados con la conservación y la capacidad de admisión sostenible. Machu Picchu representa una oportunidad para implementar modelos de turismo sostenible que beneficien a las comunidades locales y al medio ambiente. Es esencial diversificar rutas turísticas, reducir la presión sobre el área nuclear del monumento y utilizar tecnologías para monitorear el impacto negativo. También se deben mejorar los sistemas de gestión de residuos y las condiciones de vida en Aguas Calientes. Se evaluaron y consideraron estos y otros temas en el plan maestro vigente y demás documentos de gestión, pero estos últimos no se aplicaron integralmente.
A pesar del arduo y permanente trabajo del Ministerio de Cultura a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco y del apoyo de otras instituciones comprometidas, en los últimos años, el incremento turístico no planificado y fomentado por algunas instituciones públicas y privadas —en el marco de una sesgada comprensión de las necesidades del sitio— ha generado situaciones no compatibles con su conservación y un consecuente detrimento de la experiencia de los visitantes.
Si bien la adecuada implementación de medidas de gestión en la llaqta, como las recomendadas en el estudio de capacidad de carga vigente, ha logrado contrarrestar el impacto negativo, la evaluación de las acciones realizadas y los compromisos asumidos con la UNESCO determinaron que el Ministerio de Cultura establezca, en el año 2020, una capacidad de admisión de 2244 visitantes diarios a la llaqta de Machu Picchu.
Es importante tener presente que la capacidad de admisión a determinado lugar depende directamente de su naturaleza y sus condiciones de manejo. En 2021, en función de los avances en las medidas de gestión y conservación en Machu Picchu, el Ministerio de Cultura incrementó el número de visitantes a 3044 y, durante 2022, la capacidad de admisión se incrementó a aproximadamente cuatro mil visitantes diarios. Aún así, existen condicionantes y compromisos, asumidos por los miembros de la Unidad de Gestión de Machu Picchu, que, en su mayoría, no se han cumplido y, a pesar de ello, la capacidad de admisión se ha continuado aumentando. Este incremento viene generado tensiones tanto en la conservación del patrimonio como en la calidad de la experiencia del visitante.
"Machu Picchu simboliza la intersección entre el pasado y el presente, un recordatorio de la grandeza de las civilizaciones andinas y de la necesidad imperiosa de proteger este legado para las generaciones futuras."
Evidentemente, la llaqta, en particular, no puede continuar siendo vista como un espacio aislado y donde se aplica un modelo concebido hace más de cuarenta años. Se requiere, para la consecución de los objetivos de un turismo sostenible pleno, aplicar la nueva visión en la gestión del SHM‑PANM dentro del contexto de una red territorial, lo que implica la articulación y conectividad con otros agentes o destinos (con énfasis en la Amazonía), la puesta en valor de monumentos y caminos prehispánicos de la mano de diferentes opciones temáticas, y el diálogo permanente entre todas las instancias/niveles de gobierno y el sector privado.
Las herramientas imprescindibles consideradas en la Visión Estratégica para la Nueva Gestión de Machu Picchu[1] son los denominados «centros de visitantes», como el proyectado en el espacio donde actualmente se encuentra el museo de sitio Manuel Chávez Ballón. Estos centros facilitarán la distribución del flujo turístico y fomentarán comportamientos responsables mediante tecnologías y estrategias de interpretación. Esto, junto con la diversificación de rutas de acceso y el monitoreo permanente, permitirá alcanzar un equilibrio entre patrimonio y turismo.
Machu Picchu simboliza la intersección entre el pasado y el presente, un recordatorio de la grandeza de las civilizaciones andinas y de la necesidad imperiosa de proteger este legado para las generaciones futuras. Los retos ambientales y económicos que enfrenta son significativos, pero también lo son las oportunidades para transformar el turismo en una herramienta de conservación y desarrollo sostenible. El futuro del turismo en Machu Picchu debe enfocarse en la creación de experiencias que respeten su carácter sagrado y fomenten la armonía entre el uso responsable del patrimonio y su preservación, promoviendo, a la par, un entendimiento profundo y un respeto mutuo entre los anfitriones y los visitantes.
[1] Documento de trabajo. Visión Estratégica para la Nueva Gestión de Machu Picchu. (2019). UNESCO, Ministerio de Cultura. https://shorturl.at/9LltI
Arqueólogo y doctor en Historia, director de investigaciones en Machupicchu desde 2013 y exjefe del Parque Arqueológico Nacional, con numerosas publicaciones sobre el sitio.