“En el fondo, se trata de la incapacidad que hemos tenido, en Oriente y Occidente, de respetar territorios, formas de vida, cosmovisiones. De entendernos como humanos y, perdonen la ingenuidad, hermanos de una sociedad que sólo se salvará en el altar del entendimiento” es el corolario del artículo en que Ramiro Escobar trata de explicarnos lo que sucede en Siria y las razones de los efectos en países como Francia y otros de Europa principalmente. No es fácil la comprensión de esta situación pero es claro que es una realidad que debe interpelarnos como personas y como sociedad. Además de los sucesos tan repudiables de atentados y ataques con un alto costo en vidas humanas, tenemos que reconocer la magnitud de un proceso de éxodo de millones de sirios que cada vez ven más difícil encontrar refugio, al menos en países vecinos, por el temor de estos de convertirse también en testigos directos de más violencia. Una realidad de muerte que no tiene visos de solución inmediata.
Al artículo de Escobar, en este número de Intercambio se suman tres entregas más que nos ayudarán a un mejor entendimiento de las razones de esta compleja situación. Sus autores viven esta realidad muy de cerca desde diversas experiencias.
Cabe destacar también que en este contexto de crisis humanitaria, la Iglesia, a través del Papa Francisco, pone sobre el tapete el clamor de los migrantes y refugiados en el mundo, una expresión dramática de pobreza que requiere ser enfrentada desde una “cultura del encuentro y de la hospitalidad”. Arturo González SJ del Servicio Jesuita a Migrantes de México nos ayuda en esta reflexión.
De otro lado, y ante el inicio de la campaña electoral presentamos un sucinto panorama del escenario político en tres regiones del país: Arequipa, Piura y Puno, en que si bien es aun temprano para identificar claramente tendencias y la dinámica electoral específica, los autores nos recuerdan la agenda pública que no debe estar ausente.
Cabe anotar que este proceso electoral, deduciendo de la entrevista al Secretario General de Transparencia, se da en condiciones poco auspiciosas, en que no se han introducido cambios sustanciales en la ley electoral que permitan no solo un mejor proceso sino que éste contribuya a fortalecer los partidos políticos, necesarios en una democracia. Aún están pendientes temas como el voto preferencial, la modalidad de elección de candidatos o los mecanismos de alternancia de género en las listas al Congreso, entre otros aspectos. Está vigente el desafío de una sociedad civil que insista en cambios en el sistema electoral y el sistema político en general, para superar una precariedad institucional que no permite aprovechar mejor la ventaja del crecimiento económico o garantizar la continuidad de las políticas públicas.
P. Luis Herrera, SJ