“Ante el avance de los indígenas, el contingente policial hace uso en ese momento de material lacrimógeno (de mano y de escopeta lanza gas) y escopetas perdigoneras de goma. Esto no evita que el grupo de indígenas se acerque cada vez más, llega un momento que se encuentran frente a frente, los indígenas cruzan sus lanzas en señal que los policías no pasarán.
Los indígenas se ponen frente a los efectivos policiales y ellos responden en una formación defensiva con grupos, resguardando a sus oficiales al mando. Es aquí donde hay dos tipos de testimonios. Por un lado, los policías manifiestan que los indígenas dispararon primero y que ellos repelieron el ataque. Por el lado de los indígenas, el testimonio es que, si bien cruzaron sus lanzas en señal de que “no pasarán”, empezaron a hacer retroceder a la policía pues eran numéricamente superiores. Llegó un momento en que el grupo llega al borde del abismo. Es ahí que de uno de los extremos de la formación de los policías, un subalterno dispara su fusil AKM, produciendo los primeros heridos por arma de fuego. Estos heridos no eran de la primera fila que llega frente a los policías. Al escuchar los disparos y ver los primeros heridos, el líder indígena Santiago Manuin, que estaba rezagado respecto al grupo que estaba frente a los policías, se acerca la frente tratando de apaciguar los ánimos, pero es herido de bala por la policía. Al ver esto, el grupo indígena pierde toda noción de autocontrol y arremete con todo lo disponible contra los efectivos policiales. El mayor PNP Bazán y su escuadra se separan del grupo principal y son vistos ascendiendo a la parte más alta del cerro. No se ha podido precisar el motivo por el cual el Mayor Bazán se separa, no se ha determinado si fue respondiendo a una orden o por su propia iniciativa”.
Extracto del Informe Final “Ajumaish Junikchamu Ati” (Para que Nunca Más vuelva a Suceder)
Publicado en enero 2010