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Edición Nº 65

Criptomonedas en el Perú: desafíos, oportunidades y consejos. Entrevista a Lenin Tarrillo
Álvaro Fabián Suárez
25 de octubre, 2024

Esa parece una pregunta simple, pero, en realidad, es bastante compleja. Una criptomoneda es un activo digital o, mejor dicho, un código de computadora que está registrado en una gran red llamada blockchain. Esta representa una unidad digital con valor. La blockchain es descentralizada, lo que significa que no está controlada por una sola entidad, sino que está distribuida en componentes llamados nodos, que funcionan como servidores. Cualquiera puede añadir un nodo a la red, lo que hace que la blockchain crezca y sea más segura.

Si la comparamos con una infraestructura bancaria tradicional, cuando usas dinero digital en una aplicación bancaria, de hecho, lo que ves es un registro en una base de datos administrada por el banco. En cambio, en la blockchain, la información se almacena en estos nodos distribuidos, lo que garantiza que los datos no puedan ser alterados sin que el sistema lo detecte. Esto ofrece un nivel de ciberseguridad muy robusto.

Hay dos formas principales de adquirir criptomonedas: comprarlas o minarlas. Minar significa participar en la red añadiendo un nodo y, a cambio, recibir recompensas en forma de criptomonedas. Sin embargo, con el crecimiento de la red, este proceso se ha vuelto costoso y complejo. En los primeros días del bitcoin, podías minar con computadoras antiguas y conseguir cincuenta monedas fácilmente, pero hoy es una actividad que requiere una gran inversión.

La otra forma de obtener criptomonedas es comprándolas en plataformas llamadas exchanges. Estos exchanges son como mercados donde los usuarios compran y venden criptomonedas. Los más conocidos en Perú son Binance, Buda y Buenbit, aunque también existen plataformas internacionales como Coinbase.

Existen más de tres mil criptomonedas en el mercado, pero no todas tienen la misma relevancia. Las más conocidas son Bitcoin y Ethereum, pero también hay otras como Solana, Polkadot y Polygon. Cada criptomoneda está asociada a su propia red blockchain y su utilidad o valor varía según las necesidades del mercado.

Las criptomonedas estables, o stablecoins, son activos digitales que están vinculados al valor de una moneda tradicional, como el dólar. Básicamente, es como tener un dólar en blockchain. Estas monedas sirven para transportar valor sin las limitaciones geográficas del dinero tradicional. Por ejemplo, puedes enviar dólares digitales a cualquier parte del mundo sin pasar por los sistemas bancarios convencionales. En países con restricciones cambiarias, como Argentina, las criptomonedas estables se han convertido en una alternativa atractiva para preservar el valor en dólares.

Actualmente, no hay una regulación específica para las criptomonedas en el Perú ni en la mayoría de países de América Latina.

Bitcoin nació en 2009 como respuesta a la crisis financiera de 2008, cuando el sistema bancario y las bolsas de valores colapsaron. Fue creado por una persona o grupo bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto. Inicialmente, era un proyecto experimental y se minaban bitcoines sin ningún valor monetario. La primera transacción significativa con esta criptomoneda data de 2010, cuando alguien ofreció diez mil bitcoines a cambio de dos pizzas. Eso fue lo que impulsó su popularidad porque demostró que se podía usar bitcoines como medio de intercambio. Desde entonces, ha ido ganando valor y, solo nueve meses después de esa transacción, el bitcoin ya cotizaba a un dólar.

Al principio, era bastante complicado comprar criptomonedas en el Perú. Las primeras transacciones se hacían de persona a persona, en plataformas como LocalBitcoins, que era parecido a un marketplace. Con el tiempo, surgieron plataformas más especializadas, como Binance, que ahora permiten a los peruanos comprar criptomonedas de manera más segura. También ha habido iniciativas locales como Bitinka, que, aunque tuvo problemas, fue pionera en la región. Asimismo, se formaron comunidades, como la Asociación de Blockchain del Perú, de la cual fui vicepresidente. Este ecosistema ha crecido y, aunque sigue siendo un nicho, ya es más accesible.

En nuestro país, las criptomonedas se usan principalmente para inversión, ahorro, pagos transfronterizos y remesas. Por ejemplo, muchos peruanos envían criptomonedas a Venezuela, donde los receptores las convierten en dólares digitales para usarlos o cambiarlos por efectivo. Las criptomonedas ofrecen una alternativa eficiente y sin limitaciones geográficas para transferir valor.

El primer riesgo es dónde compras tus criptomonedas. Al ser un mercado no regulado, puedes encontrarte con plataformas fraudulentas. Por eso es crucial hacer una investigación previa y asegurarse de usar exchanges confiables. El segundo riesgo es la volatilidad. Las criptomonedas, especialmente el bitcoin, pueden sufrir fluctuaciones extremas en su valor. En 2021, por ejemplo, el bitcoin alcanzó los setenta mil dólares y luego cayó a quince mil. Esta volatilidad es uno de los mayores desafíos para los inversores.

Actualmente, no hay una regulación específica para las criptomonedas en el Perú ni en la mayoría de países de América Latina. Lo que existe es que las plataformas de compra y venta de criptomonedas deben reportar movimientos sospechosos a la Unidad de Inteligencia Financiera, como medida para evitar el financiamiento de actividades ilícitas. Pero una regulación más clara aún está pendiente.

Los ETF de bitcoines que ofrece la Bolsa de Valores de Lima son contratos de posesión de bitcoines, no criptomonedas directamente. Básicamente, estos ETF permiten que los inversionistas compren derechos sobre un bitcoin, pero sin tener que lidiar con la infraestructura técnica para custodiarlo. Esto abre una puerta para que inversionistas institucionales puedan participar en el mercado de criptomonedas sin exponerse a las complejidades de la custodia directa. Sin embargo, no creo que los inversores individuales opten por este mecanismo, ya que existen alternativas más accesibles y menos costosas en los exchanges tradicionales.

Las criptomonedas ofrecen un riel alternativo para ciertos servicios financieros, como remesas y pagos transfronterizos, pero no están listas para reemplazar al sistema financiero tradicional."

A corto plazo, no lo creo. Las criptomonedas ofrecen un riel alternativo para ciertos servicios financieros, como remesas y pagos transfronterizos, pero no están listas para reemplazar al sistema financiero tradicional. En Argentina, por ejemplo, han surgido plataformas que permiten ahorrar en dólares digitales, lo que es útil en su contexto económico. En el Perú, es probable que veamos algo similar en nichos específicos, pero no creo que tengan un impacto significativo en la economía general por ahora.

Existen dos desafíos clave. El primero, y probablemente el más importante, es la regulación. Actualmente, no hay un marco regulatorio claro para la posesión, compra, venta y transferencia de criptoactivos. Aunque no creo que se llegue a declarar las criptomonedas como monedas de curso legal en el corto plazo, sí es posible que se establezca una regulación que permita controlar estas operaciones, especialmente para prevenir delitos financieros y el financiamiento del terrorismo. El segundo desafío también está vinculado a la regulación, pero desde la perspectiva de las instituciones financieras tradicionales. Si los bancos pudieran adoptar criptoactivos, facilitarían que las personas intercambien criptomonedas con monedas de curso legal, lo que haría que su uso sea tan simple como enviar dinero a través de una aplicación. Esto abriría las puertas para que más personas, que hasta ahora se ven limitadas por barreras técnicas y regulatorias, se integren al ecosistema de las criptomonedas.

No creo que las criptomonedas reemplacen a las monedas tradicionales, pero sí las veo consolidándose como servicios financieros alternativos. En los próximos diez años, veremos el surgimiento de más startups y fintech que ofrecerán soluciones basadas en criptoactivos, como pagos internacionales o remesas (conocidos como crossborder payments). También imagino más opciones de ahorro en dólares digitales o criptomonedas estables, que permiten inversiones de bajo riesgo sin la volatilidad que asociamos a monedas como el bitcoin.

Asimismo, surgirán nuevos instrumentos financieros tokenizados: fondos de bienes raíces, aportes para la compra de terrenos o incluso vehículos, todo respaldado por criptomonedas y blockchain. Estos servicios alternativos complementarán el sistema financiero tradicional, ofreciendo opciones innovadoras a los usuarios.

Mi consejo para alguien que quiera empezar a invertir en criptomonedas en el Perú es sencillo. Primero, centrarse en las criptomonedas más conocidas, como Bitcoin, Ethereum y las monedas estables. Segundo, elegir cuidadosamente en qué plataforma o exchange comprar. Es importante utilizar los principales exchanges para garantizar la seguridad y, sobre todo, no arriesgar dinero que no se pueda perder. Es vital conocer el ecosistema antes de hacer inversiones importantes. Una buena manera de comenzar es comprando pequeñas cantidades, como cinco dólares en bitcoines, para observar su volatilidad y cómo funciona el mercado. También recomiendo evitar la especulación al principio, porque los novatos son los que suelen perder frente a los inversores más experimentados. Es mejor aprender, familiarizarse con el mercado y adoptar una visión a largo plazo.

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Álvaro Fabián Suárez
Álvaro Fabián Suárez

Editor de la Revista Intercambio. Periodista y comunicador audiovisual. Bachiller en Periodismo por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.

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