InstagramFacebookXLinkedIn

Edición Nº 65

La economía china, su impacto global y el futuro de las relaciones con el Perú
José Carlos Feliciano Nishikawa
28 de octubre, 2024

La economía china, en las últimas décadas, ha experimentado un importante crecimiento sostenido, que la ha consolidado como la segunda economía más grande del mundo, en términos del producto bruto interno (PBI). El proceso de reforma y apertura del país, la industrialización y el fenómeno de la globalización permitieron a China conectarse de manera sólida a la economía mundial; sin embargo, en años recientes, variables como la pandemia del COVID-19, la guerra comercial con Estados Unidos y otras disputas geopolíticas han generado preocupación e incertidumbre acerca del escenario futuro de China.

A principios de este año, el gobierno chino anunció el objetivo de alcanzar un crecimiento económico del 5 % en 2024 y la perspectiva de sus líderes es bastante optimista para llegar a esa meta a pesar de los retos existentes. Para tal fin, se están impulsando nuevos motores de la economía china, como son los servicios digitales, la nueva infraestructura digital y tecnológica, los vehículos eléctricos, entre otros sectores. La diplomacia china también jugará un rol importante en el fortalecimiento de la conexión comercial con los países del Sur global: busca aumentar el comercio y las inversiones en otros mercados clave, como son las regiones de África, América Latina y el Sudeste Asiático, para, de esta manera, balancear la caída del comercio con los bloques de Estados Unidos y Europa.

Al ser China la segunda potencia económica del mundo, es necesario seguir de cerca su evolución y políticas, dado que su poder económico y conexión con el mundo influyen de sobremanera en las economías más pequeñas, como es el caso de los países de América Latina, incluido el Perú.

La relación de China con la región constituye un pilar importante para la interconexión económica, siendo China el principal socio comercial de muchos países de la región, entre ellos el Perú. No obstante, a pesar de que el comercio entre China y la región, en términos absolutos, ha aumentado, hay que resaltar que el 70 % de las exportaciones a China todavía la constituyen solo seis tipos de productos; en ese sentido, la diversificación es una tarea pendiente para nuestros gobiernos, siendo quizás los productos alimentarios los que representan una mayor oportunidad de mercado a corto plazo.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el caso de la infraestructura en nuestra región entre los años 2015 y 2021, es notable la presencia china con 122 proyectos, que generaron más de 670 mil puestos de trabajo. Además, la inversión directa de China en la región ha evolucionado de sectores tradicionales, como la minería y la infraestructura, a nuevos sectores, como el automotriz, el energético, entre otros.

"La relación de China con la región constituye un pilar importante para la interconexión económica, siendo China el principal socio comercial de muchos países de la región, entre ellos el Perú."

En el caso del Perú, compartimos con China diversos mecanismos de cooperación a nivel político, económico, educativo y cultural. Con China se firmó, en 2013, una Asociación Estratégica Integral, que nos coloca como uno de los países en la región que tiene un alto nivel de entendimiento y colaboración. Asimismo, en 2009 firmamos un tratado de libre comercio —de modo que somos el tercer país de la región en firmar este tipo de acuerdos, luego de Chile y Costa Rica—, cuya entrada en vigencia, en 2010, permitió acelerar el crecimiento de nuestro comercio, colocando a China como nuestro principal socio comercial desde 2014.

Para el mercado chino, el Perú es uno de los proveedores más importantes de frutas y verduras, es líder en la exportación de paltas y arándanos, seguido de uvas, mandarinas y mango. Perú es el segundo destino de las inversiones chinas en la región, que se concentran en el sector minero, energético, banca, logística e infraestructura. Un aspecto por resaltar es que China es el segundo inversionista más grande del sector minero, con proyectos como Las Bambas, Toromocho, Shougang y otros. Se calcula que en el país están presentes más de doscientas empresas chinas que están registradas y que operan también en sectores como las telecomunicaciones, la construcción y la tecnología.

Una mención aparte merece el Puerto de Chancay, obra emblemática cuya primera etapa será inaugurada en noviembre del presente año y que se espera transforme la dinámica del comercio regional con Asia. El Puerto de Chancay es una iniciativa privada, entre Cosco Shipping Ports (China) y Volcan Compañía Minera (Perú), que plantea una inversión de tres mil millones de dólares para un puerto multipropósito a ochenta kilómetros al norte de Lima. El puerto tiene la ambición de convertirse en la obra de infraestructura portuaria más avanzada de Sudamérica, utilizando tecnología de punta que incluye transporte autónomo y grúas de gran capacidad. La eficiencia de esta obra permitirá convertir a Chancay en un hub logístico internacional que consolidará la carga de Sudamérica. Adicionalmente, la obra podrá recibir a los buques de carga más grandes del mundo y, a su vez, generará una ruta comercial directa al Asia, reduciendo en cerca de diez días el transporte y, por ende, haciendo más competitivo el comercio entre nuestros continentes. Esta obra, según China, es un proyecto emblemático de la Franja y la Ruta en Sudamérica y es la única inversión china de esta escala en puertos del Pacífico Sur.

Este año, el Perú tiene la presidencia del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC), que es el escenario ideal para mostrar las oportunidades de inversión y para generar confianza entre las veintiún economías miembro, incluyendo China. Se espera que la visita del presidente Xi Jinping en noviembre sirva de plataforma para la firma de muchos acuerdos, incluyendo la optimización de nuestro tratado de libre comercio, además de anuncios de importantes inversiones chinas en nuestro país.

Es importante resaltar que uno de los nuevos motores de la economía china es su economía digital; así, en el campo de la tecnología y la colaboración científica, hay muchos ámbitos de cooperación potencial, sobre todo en temas de educación colaborativa, transición energética, electromovilidad, infraestructura digital, comercio electrónico transfronterizo y tecnología para la salud, sectores a los que el Perú debería prestar más atención para la cooperación técnica con el gigante asiático.

"En el corto y mediano plazo, veremos un interés creciente de China por generar mecanismos de colaboración política, económica, educativa y cultural con socios clave como el Perú."

Por otro lado, la coyuntura global de tensiones comerciales entre China y Estados Unidos también abre una ventana en la búsqueda de nuevos mercados por parte de China. Tanto Estados Unidos como Europa han reducido las importaciones y han puesto barreras arancelarias a diversos productos provenientes de China; en esa perspectiva, el país está en la búsqueda de mayor acercamiento a los países del Sur Global, siendo las regiones del Sudeste Asiático, África y América Latina su principal foco de atención en los próximos años. Por lo tanto, en el corto y mediano plazo, veremos un interés creciente de China por generar mecanismos de colaboración política, económica, educativa y cultural con socios clave como el Perú, y esto nos lleva a pensar que las relaciones entre ambos países se consolidarán mucho más.

Compartir en:
José Carlos Feliciano Nishikawa
José Carlos Feliciano Nishikawa

Gestor y consultor internacional. Subdirector del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico de la Universidad del Pacífico.

Recomendado

© 2024, Compañía de Jesús Provincia del Perú
Contacto
Logotipo Jesuitas del Perú