El cambio climático es un problema planetario causado por el hombre, cuyas consecuencias e impactos se hacen cada día más evidentes en la mayor parte del mundo, especialmente en países como el Perú.
La alta vulnerabilidad del Perú al cambio climático se debe a la diversidad de climas y ecosistemas que alberga, a la repercusión de eventos hidrometeorológicos como el Fenómeno del Niño, y al porcentaje de población pobre rural dedicada a actividades ligadas al sector agropecuario -fuertemente dependientes del clima-. Un estudio del BCR, publicado en julio de 2009, estima que en un escenario de largo plazo caracterizado por un aumento de 2°C en la temperatura promedio mundial y 20% en la variabilidad de las precipitaciones, se produciría una pérdida de 6% respecto al PBI potencial en el año 2030, mientras que en el año 2050 estas pérdidas superarían el 20%. En cambio, la adopción de medidas globales que estabilicen el clima al 2030 permitiría reducir estas pérdidas a menos de la tercera parte[1].
Los efectos del cambio climático en el Perú se hacen evidentes con el aumento de la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, tales como las lluvias torrenciales, los huaycos, heladas, sequías y el retroceso de glaciares. Estos eventos, que se han incrementado más de seis veces entre 1997 y 2006, afectan directamente la agricultura, la ganadería, la pesca, la salud, la infraestructura vial, la integridad de los ecosistemas y en consecuencia la subsistencia de los más pobres.
Si bien a nivel nacional y mundial el conocimiento sobre los impactos del cambio climático se ha incrementado en los últimos años, la realidad es que los esfuerzos globales para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) -que son los causantes directos del calentamiento global y en consecuencia del cambio climático-, no son suficientes para asegurar un futuro seguro. Y es que reducir las emisiones de GEI, especialmente el CO2, implica hacer transformaciones tecnológicas, políticas, institucionales y conductuales que son complejas y difíciles de poner en práctica.
De acuerdo al Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), los efectos del cambio climático serán peores e irreversibles a medida que se incremente la temperatura global del planeta. Por ese motivo, la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) propuso limitar las emisiones de GEI para no superar un incremento de temperatura promedio global en 2°C con respecto a los niveles de la era pre-industrial. Frente a este escenario, es fundamental proyectar e implementar acciones a corto, mediano y largo plazo ya que, de no hacerlo, la población mundial tendrá que recurrir a medidas más costosas para reducir sus emisiones significativamente en el futuro.
En ese sentido, el Perú y otros países latinoamericanos como Chile, Colombia, Brasil, México, Costa Rica, están demandando un esfuerzo conjunto global de mitigación. Es decir, para el Perú y para el bienestar presente y futuro de sus pobladores es fundamental que los países del mundo lleguen a un acuerdo vinculante para tomar medidas que reduzcan las emisiones de GEI. Este esfuerzo global ya se viene dando en el seno de la CMNUCC y por esa razón el Perú ha aceptado ser anfitrión de la Vigésima Reunión de la Conferencia de la Partes - COP20.
Aunque el cambio climático es un problema mundial, requiere también de acciones nacionales y locales como parte de la solución. Es necesario que todos los países sean capaces de planificar un desarrollo “compatible con el clima” que aproveche las oportunidades de un mundo bajo en emisiones de GEI y minimice los riesgos del cambio climático mundial. Por esta razón, hoy en día diversos gobernantes y decisores políticos en el mundo están analizando las opciones para promover “economías bajas en carbono” o “estrategias de desarrollo bajas en carbono”.
En este sentido, el gobierno peruano viene adelantando, desde el año 2012, el Proyecto Planificación ante el Cambio Climático (PlanCC) el cual tiene como objetivo generar evidencia cuantitativa sobre los posibles escenarios de mitigación del cambio climático en el Perú. A través de este proyecto se están construyendo, mediante un proceso participativo, las bases técnicas y científicas para explorar la factibilidad de un desarrollo “limpio” o “bajo en carbono” e incorporar el enfoque de cambio climático en la planificación del desarrollo del país.
PlanCC ha identificado hasta la fecha cinco escenarios al 2050 y 77 opciones de mitigación en seis sectores: energía, transporte, industria, residuos, forestal y agricultura. Estos resultados constituyen un insumo para diseñar políticas públicas y futuras inversiones, permitiendo al país reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), sin comprometer su crecimiento.
Si bien la contribución peruana a las emisiones de GEI es marginal (0.4% en el año 2000), el país ha manifestado su voluntad de participar, con el apoyo bilateral y multilateral requeridos, en el marco de un esfuerzo ambicioso de mitigación global bajo la CMNUCC. El Perú está apostando a que esta actitud proactiva de un país en desarrollo exitoso, aumente la voluntad política de actuar de los demás países del mundo.
En resumen, la COP20 es un espacio de negociación que busca lograr un acuerdo climático global vinculante. El Perú, como país anfitrión, jugará un papel crucial de facilitador de un proceso complejo, que se inició en Varsovia en el 2013 y terminará en París en el 2015, en el cual se deben establecer acuerdos entre 195 países con realidades, necesidades y expectativas distintas. Se espera entonces, que el borrador acordado en Lima se apruebe en París (2015) y reemplace al Protocolo de Kioto, con compromisos concretos, medibles y vinculantes a ser implementados desde el 2020, y que permita evitar un aumento de temperatura promedio del planeta de más de 2°, lo que se estima causaría impactos socioeconómicos y ambientales negativos e irreversibles de gran magnitud para todo el mundo y en particular para el Perú.
El compromiso climático que tenemos como país ante la COP20 es el de orientar y facilitar las negociaciones e inspirar contribuciones nacionales ambiciosas de reducción de emisiones. Además, debemos fortalecer las capacidades para que los países en desarrollo puedan adaptarse y ser menos vulnerables a los impactos del cambio climático y a la vez asegurar mayor financiamiento y transferencia tecnológica.
Para finalizar, recordemos que el cambio climático, sus consecuencias y posibles soluciones es una discusión que nos convoca a todos. Más allá del tema ambiental, es un reto que tiene que ver con la economía, la sostenibilidad del desarrollo y el futuro de la humanidad en el único planeta que tenemos.
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[1]VARGAS, P. Banco Central de Reserva del Perú. El Cambio Climático y sus Efectos en el Perú. Lima, 2009.
Luisa Elena (Lupe) Guinand Quintero
Proyecto Planificación ante el Cambio Climático.