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Edición Nº 62

Nuevas periferias: jóvenes en diálogo con el Papa Francisco
Julio Hurtado, SJ
3 de agosto, 2023

Cuando muchos jóvenes piensan en la figura del Papa y la Iglesia como institución, probablemente les surja una imagen de la ciudad del Vaticano y las distintas edificaciones que revisten una tradición de largo alcance, o quizá la imagen de un grupo de sacerdotes que esconden secretos impenetrables para las conciencias de sus seguidores. Estos imaginarios han llevado a que el Papa Francisco, desde que inició su pontificado, dé señales de cambio en la conducción de la Iglesia, propiciando puentes importantes que permiten dejar de lado esa tradicional mirada, especialmente entre los jóvenes.

Un gesto significativo, que da señal de esperanza y que, sin embargo, ha provocado diversos comentarios entre los grupos eclesiales ha sido el último encuentro del Papa con jóvenes, registrado en un documental titulado: “Amén. Francisco responde”. En dicho documental, el Papa Francisco tuvo una conversación fraterna, sin precedente en la Iglesia Católica, con jóvenes de distintos países y con distintas formas de estar en el mundo. Los jóvenes le plantearon preguntas desde sus propias preocupaciones; podríamos decir, preguntas de todo calibre, desde las sencillas, como si es que tiene un teléfono celular, hasta las más complejas acerca de los abusos sexuales y de conciencia en la Iglesia Católica por parte de sacerdotes. Este encuentro es, sin duda alguna, un intento de seguir acercando la Iglesia a grupos sociales que han ido tomando distancia por diversos motivos. Del mismo modo, coincide con la intuición que el Papa Francisco ha puesto, desde que inició su pontificado, en querer mostrar una Iglesia en salida, capaz de dialogar con el mundo, sin perder su identidad, pero acercando el misterio de Cristo a todos sin excepción.

Ahora bien, esto ha sido considerado por muchos como un acto sin precedentes, debido a que el perfil de los jóvenes con los que el Papa se reunió no es necesariamente el que muchos esperarían en el contexto de la Iglesia. Se trata de jóvenes con maneras distintas de estar en el mundo y que se aproximan desde otras consideraciones al sentido de creer o que, en algún caso, plantean dudas acerca de la trascendencia. Por otro lado, el hecho de que el Papa fuera a un espacio diferente al de la casa de San Pedro marca un hito significativo, ya que evidencia la intuición del Pontífice de acercar la Iglesia a otras fronteras, haciéndola más accesible y cercana. Intuición que tiene su anclaje en lo que hace algunos años pedía incesantemente a los consagrados, a saber, ser “pastores con olor a oveja”, ir al encuentro del otro mostrando cercanía y misericordia, hacerse parte de realidades que siempre deben interpelar, pero que no se deben juzgar con un puritanismo asfixiante.

Francisco no oculta su preocupación frente a algunas preguntas o ante las variadas formulaciones de sus interlocutores, sin embargo, es directo y sincero en responder. Esa sinceridad que brota del anuncio de la buena noticia y esa seguridad que se reconoce en su ser pastor.

El Papa responde a las inquietudes planteadas por los jóvenes con sinceridad y un lenguaje accesible. Francisco no oculta su preocupación frente a algunas preguntas o ante las variadas formulaciones de sus interlocutores, sin embargo, es directo y sincero en responder. Esa sinceridad que brota del anuncio de la buena noticia y esa seguridad que se reconoce en su ser pastor. En ese sentido, es capaz de pedir perdón cuando los jóvenes se refieren, por ejemplo, al abuso sexual de parte de un clérigo o al abuso de consciencia de un grupo de religiosas. No niega que hayan existido estos casos, mucho menos utiliza palabras vacías o políticamente correctas, más bien reflexiona sobre las cosas que han estado mal, sobre los procedimientos que no deben volver a repetirse, y las medidas que se han ido tomando últimamente ante estas situaciones.

Asimismo, se puede visibilizar que el Papa usa un lenguaje que no es ajeno al contexto juvenil, es decir, de fácil entendimiento, pero con profundidad. Quizás más de uno hubiera esperado, por ejemplo, ante la pregunta del sacerdocio femenino, algún tratado teológico especializado o la cita de un Concilio que zanjó este tema. Sin embargo, el sucesor de San Pedro explica con términos sencillos el motivo de este ministerio para varones, sentenciando que “no es mejor ser sacerdote que no serlo” y otorgando un valor fundamental a la misión de la mujer en toda la Iglesia. De esta manera, con palabras cercanas, el Papa fundamenta el motivo ministerial del sacerdocio de los varones y la misión de las mujeres en la Iglesia.

Por otro lado, ante la inquietud de los jóvenes sobre el por qué la gente se está alejando de la Iglesia, el Papa responde desde la experiencia con ejemplos claros sobre la importancia de dar testimonio de un Jesús que se acerca y que camina con su pueblo. Por ello, afirma que “cuando no hay testimonio la Iglesia se oxida, porque se transforma en un club de gente buena que cumple sus cosas religiosas, pero le falta el coraje de salir a las periferias”. Francisco renueva esa intuición de que la Iglesia siempre tiene que estar en salida, con mirada atenta para leer la historia del pueblo de Dios y con la capacidad de ser signo profético de la verdad revelada por Dios a través de su Hijo amado, Cristo.

El Santo Padre, durante la entrevista, cumple un rol de Pastor, que acompaña, consuela y anima a vivir el Evangelio desde donde están ubicados los jóvenes. Por eso, frente a las preguntas acerca del aborto o la pornografía, Francisco expresa con claridad: “conviene llamar a las cosas por su nombre. Una cosa es acompañar a la persona que hizo esto y otra cosa es justificar el acto”, reflexionando así acerca del valor de la persona. El ser humano como criatura de Dios es bueno, porque transparenta su imagen – Imago Dei. Sin embargo, los actos de las personas pueden ensombrecer esta imagen de Dios; por lo tanto, no se puede justificar actos que nos alejan de esa semejanza que, en definitiva, trasluce un amor genuino.

Explorar las periferias implica más que un cambio de ubicación; implica conectar y dialogar de forma igualitaria con las experiencias de aquellos diferentes a nosotros.

Un punto a considerar para toda la Iglesia es que el Papa vuelve a introducir el término “periferias”, y aclara a los jóvenes que este no se refiere solo a la pobreza, sino también a las periferias existenciales. Considero, personalmente, que la Iglesia no ha sabido aproximarse de manera adecuada a estos espacios, probablemente por temor a no comprenderlos o porque la comodidad de las leyes doctrinales no ha permitido una apertura al diálogo con un mundo cambiante. Bastaría con darnos una vuelta por algunas parroquias en el mundo y corroborar esta percepción. Ir a las periferias no significa necesariamente salir de los espacios geográficos, sino tener la capacidad de vincularse y dialogar de manera horizontal con la experiencia del otro que es diferente a uno. Nunca juzgando ni mucho menos iniciando el diálogo con un “te escucho, pero en el fondo tengo razón yo” o “te puedo escuchar, pero la Biblia dice esto o aquello”, negando de esta manera la posibilidad de un diálogo fraterno.

En definitiva, Francisco tuvo con estos jóvenes un encuentro sin precedentes en la historia de la Iglesia, que seguramente ha generado críticas y halagos, en tanto se apartó de lo convencional o, en todo caso, de lo que la rúbrica romana establece para una entrevista con el Sumo Pontífice. Se trata de un gesto de apertura, en la medida en que nos da un ejemplo de diálogo sincero con las preocupaciones que tienen muchas personas ante algunas prácticas de la Iglesia, que lejos de acercarlas, más bien hacen que la abandonen. Por supuesto, esto no significa que la identidad de la Iglesia, fundada en Cristo, se disipe, sino más bien que esta se visibiliza como una Iglesia maternal, capaz de convocar a todos en su seno. Esto nos lleva a buscar prepararnos más y a dejar de lado puritanismos exacerbados o rúbricas ancladas en una tradición trasnochada que no prioriza a la persona sino a los medios.

Invierno 2023


Julio Hurtado, SJ

Red ESEJOVEN

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