En mayo del presente año, los equipos del Servicio Jesuita a Migrantes – América del Sur se reunieron en Buenos Aires para analizar, entre otras cosas, las tendencias migratorias de la región. A continuación, reproducimos algunas de los puntos enfatizados por los participantes:
Dinámicas de integración regional
Las dinámicas de integración regional (MERCOSUR y UNASUR) incluyen propuestas de unificación de monedas, libre circulación y residencia dentro de América del Sur. Es preciso contrastar las declaraciones políticas con otros factores:
Los distintos sistemas políticos (socialismo radical, socialismo moderado y derecha populista) dan origen a roces entre gobiernos de la región.
El conflicto colombiano genera un flujo de refugiados que se esparcen por todo el continente; las tensiones con gobiernos limítrofes inciden en el endurecimiento de sus políticas de recepción de refugiados, etc.
En los distintos países de la zona se producen cambios constitucionales y legislativos que dan margen para la incidencia en políticas migratorias.
Se acusa frecuentemente un desfase entre los preceptos constitucionales y legales, así como entre la ley y la práctica administrativa.
La sociedad civil no acaba de asumir su papel en la integración de inmigrantes.
Identidades e interculturalidad
La movilidad humana, favorecida por el contexto político regional, produce dos efectos:
Aumenta la complejidad en sociedades de por sí compuestas entre distintos grupos étnicos, lingüísticos; sociedades que redefinen sus propias identidades y el tenor de las relaciones interculturales en su seno.
La diversidad cultural, unida a la diferente posición socio-económica de la población migrante, está relacionada con algunos brotes xenófobos. Este tipo de reacciones viene presentado por gobiernos y medios de comunicación como hechos puntuales, más que como una tendencia social.
Fronteras y grandes centros urbanos
Se describen dos categorías geográficas relevantes para la comprensión de las migraciones regionales sudamericanas: las zonas fronterizas y los grandes centros urbanos:
Las zonas fronterizas son zonas donde se intensifican los fenómenos del tráfico y la trata, de la explotación de personas y de atropello de DD.HH. Los controles fronterizos tienen relación directa con esos fenómenos. Por otra parte, las zonas fronterizas lo son de circulación de la población limítrofe: de comercio, pero de desarraigo. Las legislaciones nacionales se atienen a los convenios internacionales para la protección de los DD.HH.: pero son preceptos que rara vez se hacen cumplir.
Los grandes centros urbanos son focos de atracción de inmigrantes: por sus posibilidades de generar ocupación; pero lo son también de explotación económica, rechazo social, etc. La concentración de inmigrantes en las áreas metropolitanas incide en una despersonalización de relaciones agravada por la separación familiar.
Publicado en agosto 2009
Servicio Jesuita a Migrantes
Es una organización sin ?nes de lucro de la Compañía de Jesús. Junto al Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) forma una red con presencia en más de 50 países.