Entrevista a Víctor Domínguez López, Coordinador del proyecto para la Primera Infancia en CIPCA
Por Diana Tantaleán C.
Apostolado de Justicia Social y Ecología
El Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) viene ejecutando el proyecto “Gestión articulada de Políticas Públicas para la Primera Infancia en el distrito de Buenos Aires, provincia de Morropón (Piura). Lo extraordinario de esta experiencia es el trabajo conjunto y articulado de las diversas instituciones de la zona, públicas y privadas, para lograr que niños y niñas de 0 a 5 años, tengan un mejor cuidado en su salud, educación, ambiente y, por consiguiente, un mejor futuro.
Víctor Domínguez, Coordinador de Proyecto en CIPCA, nos cuenta cómo se dio este logro, lo que han tenido que enfrentar en el camino, y las posibilidades de replicar esta experiencia en otras zonas del país.
Hubo un antecedente de intervención en primera infancia en la localidad de Paltashaco (Morropón), una demanda exigida por la población porque los índices de desnutrición en los niños eran altos. Ahí el CIPCA inicia una experiencia pequeña en unos caseríos de la zona alta del distrito de Santa Catalina de Mossa, atendiendo sobre todo cuestiones de salud y tratando de articular los actores locales para atender a este grupo poblacional.
El CIPCA también impulsó, unos años atrás (2011-2012), una propuesta regional de articulación por la primera infancia. Es en ese marco que planteamos la propuesta de articulación entre los actores locales de Buenos Aires para implementar políticas de atención a este grupo etario.
El proyecto inicia en el año 2015 con una primera fase (2015 – 2016), y hoy estamos en una segunda fase (2017 – 2018).
El objetivo final del proyecto es desarrollar capacidades entre los actores locales (instituciones públicas y privadas) para atender a la primera infancia de manera articulada en el distrito y, en ese contexto de articulación, priorizar los servicios según la necesidad de la población.
Primero se inició un proceso de sensibilización, viendo la importancia y necesidad de juntarnos las autoridades para concertar la política de intervención local. Luego se organizó el Comité Distrital de Articulación por la Primera Infancia, integrado por la Municipalidad que lo preside, los establecimientos de salud del distrito de Buenos Aires, el Núcleo distrital de Gestión Educativa, la policía, la subprefectura, la parroquia, la ronda campesina, los juzgados de paz, los programas sociales y la sociedad civil.
Este comité tiene un equipo técnico que es el encargado de implementar las decisiones, donde el CIPCA también es parte. Una de las primeras decisiones fue armar el Plan Distrital de Articulación por la Primera Infancia, donde se plasman los diversos servicios que se deben prestar para que los niños tengan buena nutrición, se desarrollen bien y puedan superar los estados de anemia y parasitosis.
La información del INEI nos ayudaba poco porque son datos generales, por eso implementamos el Sistema de Información del Estado Nutricional de los niños, que consiste en tener un padrón nominal de todos los niños de Buenos Aires. Así vemos que son 760 niños de cero a cinco años de edad, hasta julio de este año.
En este sistema de información está el registro de cada niño, dónde vive, quiénes son sus padres, cuál fue su última medición de hemoglobina, cuánto midió, cuánto peso tuvo, si está asistiendo a educación inicial, etc.
Invertir en primera infancia es crucial. En las políticas nacionales siempre hemos atendido a jóvenes y adultos, y este grupo poblacional lo hemos dejado de lado, pero está demostrado que de la atención que le demos a estos niños va a depender mucho su futuro y el futuro de nuestro país.
Los avances científicos demuestran que en los primeros días de vida se decide el futuro de las personas. Dependiendo de las condiciones ambientales, nutricionales y emocionales, de las condiciones en que es concebido y dónde se desarrolla el niño, vamos a tener comunidades más saludables y pacíficas. Por eso insistimos en este grupo poblacional.
Pienso que funciona por tres razones fundamentales. Una es la voluntad política de los actores; es decir, han decidido apostar por la primera infancia.
Otro factor es que no les imponemos una agenda, les preguntamos por la agenda que tienen y nos ponemos de acuerdo para implementar las acciones. Me explico con un ejemplo: el núcleo educativo local tiene, dentro de su plan operativo, la formación docente. Esa formación docente es asumida por el comité y se hace de manera articulada; es decir, si el centro de salud tiene las capacidades para formar a los profesores dentro de ese evento, entonces el centro educativo pone el presupuesto, las capacidades técnicas las pone el establecimiento de salud, otros (como CIPCA) apoyamos también, o la municipalidad costea gastos de movilidad. Compartimos los diversos productos que tenemos para que la actividad sea exitosa.
Muchas veces, a los centros de salud, el ministerio les exige tener una cantidad de controles, pero no les da los insumos para hacerlo. Cuando vino la Ministra de Salud regañó a todos diciendo que los medicamentos se malograban por no repartirse. Pero sucede que envían la cantidad total de medicamentos para distribuirlos en el transcurso de 3 días, y eso es imposible porque no te dan movilidad, combustible, ni personal. Es ahí donde la articulación funciona, porque si tú tienes ese producto, y nosotros la capacidad, nos juntamos y coordinamos cómo brindar el servicio de manera articulada. Entonces, las agendas responden al interés de las instituciones que están en la zona.
La tercera razón es que se ha creado un ambiente de empatía muy fuerte entre los diversos actores. La burocracia, que muchas veces nos aleja, se ha puesto de lado y todos funcionan como amigos, hay integración. Sin embargo, cuando nosotros llegamos a la zona, eso no era así, había desconfianza. Eso ya no pasa en el distrito.
Una de las barreras es que, a veces, las medidas a implementar son muy centralistas. Estas políticas, donde todo lo decide Lima o la región, no ayudan a la intervención local, más bien la limitan.
Otra de las dificultades es que la población todavía mira a los gobiernos locales como paternalistas. Más que pensar en políticas que impacten en ellos, están pensando en que los apoyen. Sin embargo, tienen muchas ganas, participan, acuden a las diversas actividades que hacemos.
Otra de las grandes complicaciones que tenemos es que los recursos son escasos, sobre todo en algunos sectores. Cuando llegamos a la zona, a los establecimientos de salud se les pedía que hagan mediciones de talla y peso a los niños, pero no tenían los instrumentos necesarios para cumplir con el rol que les corresponde.
La otra gran dificultad que tenemos, y que denuncié públicamente, es que muchas veces el personal que llega a trabajar a un pueblo es por amistad con “fulano”, y envían a cualquiera, así no tenga capacidades técnicas o humanas, y te empieza a traer abajo los procesos.
También es que, a veces, las políticas para la primera infancia están más en el papel que en la acción. Se dice que vamos a optar por la primera infancia, pero no hay un presupuesto destinado concretamente para impulsar estos procesos.
Todas esas dificultades se nos han presentado en Buenos Aires, pero hemos tratado de superarlas; algunas persisten, pero estamos trabajando en ellas.
Debes tener paciencia. No somos iguales y tenemos que aprender a conocernos y cómo trabajamos, cuál es nuestro estilo y nuestra personalidad, de dónde venimos. Esto muchas veces no lo consideramos, pero es determinante. Hemos tenido problemas serios y los hemos solucionado.
Una estrategia clave es tener facilitadores, personas que acompañen los procesos de articulación y que tengan las capacidades técnicas y humanas, porque muchas veces tenemos las capacidades técnicas, pero no las capacidades humanas. Si llegas como una autoridad, porque eres el técnico o el especialista, y piensas que todo el mundo tiene que obedecerte, no va a funcionar.
El tema del acompañamiento es fundamental, esa es la clave, hacer buenos acompañamientos, que se dé tanto en lo humano, técnico y hasta espiritual.
Nosotros hacemos la intervención a nivel de niños, familias y comunidad. En esos tres espacios vas a encontrar casos de madres que han sido víctimas de violencia o abusadas, gente que te va a venir a llorar porque no sabe qué hacer con su niño que sufre un trastorno de hiperactividad o que nacen con un síndrome. Hay que saber acompañar, conocer y tener esas capacidades para hacerle frente a estas demandas. Incluso tuvimos el caso de una promotora a la que su marido casi la asesina a golpes, y tuvo que huir. Esto tuvimos que acompañarlo, no lo podemos dejar de lado.
Nuestro sueño es contar con un equipo de facilitadores y acompañantes, a nivel del distrito, de todos los servicios por la primera infancia. Ya lo hemos dialogado y plasmado en un acuerdo con los actores involucrados.
Queremos formar una escuela de acompañantes y facilitadores donde van a estar involucrados los profesores de inicial, primaria y secundaria, los funcionarios de la municipalidad, trabajadores de los establecimientos de salud, la policía nacional, la subprefectura. Un promedio de 60 o 70 personas a las que les vamos a transferir capacidades para que ellos sean los acompañantes de este proceso, así aseguraremos su sostenibilidad y no culmine en el 2018. Ese es el gran desafío que tenemos de aquí en adelante.
El otro desafío es seguir sensibilizando a la población para que demande la intervención. El alcalde lo dice: “no podemos dejar a la primera infancia porque la gente lo pide”. Cuando la gente lo pide, lo ponen en agenda, ya no obedece solo a la voluntad política.
Sí se puede replicar. Tenemos una sistematización para que se conozca el proceso, podemos identificar cuáles son los elementos que hacen posible que esta experiencia sea exitosa y cuáles las dificultades que podríamos mejorar para que los logros sean aún más grandes.
Esta es una experiencia rural que, aunque lo rural es bastante diverso, tiene muchos puntos en común con otras zonas. La clave para replicarla es contar con un buen equipo de facilitadores y acompañantes, de lo contrario las experiencias solo van a pasar, como “un saludo a la bandera”.
Primavera 2017
Víctor Domínguez López
Coordinador del Proyecto “Gestión articulada de Políticas Públicas para la Primera Infancia en el distrito de Buenos Aires, provincia de Morropón (Piura) del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA).