La comunidad Shipiba de Cantagallo, ubicada frente al Mercado de Flores del Rímac (al costado del río), es un lugar que llama la atención por los diseños coloridos de sus viviendas, pero también por la humildad de las mismas. Los shipibos residentes allí, desde el 2001, han buscado mantener viva su cultura en la gran capital, y van teniendo éxito en ello.
Muchos son artistas reconocidos en diferentes ámbitos. Entre ellos: Demer Ramírez, con su grupo “Los Konish del Perú”; el pintor Roldán Pinedo; y Luz Franco, del comité de madres artesanas shipibas de Cantagallo.
Pero ¿cómo transmiten su arte y cultura?, ¿qué expresiones artísticas tienen más acogida? Fuimos a Cantagallo y conversamos con dos de los artistas de la Comunidad. He aquí lo que compartieron.
“A través de mis pinturas transmito a las personas mi cultura, mis vivencias, la cosmovisión Shipiba; expreso cómo era antes, cuando los animales y las aves estaban más cerca. Ahora, por la extracción de la madera y el ruido de los tractores, los animales se espantan, están lejos de la comunidad”. Quien así se expresa es Roldán Pinedo, artista shipibo-konibo, cuyo trabajo ha estado presente en diferentes exposiciones colectivas.
“Los niños aprenden el arte shipibo a través de sus madres; hacen tejidos, pintados, collares, pulseras. Con los padres aprenden a hacer trabajos manuales”, expresa el artista, quien orgulloso agrega: “Yo le enseño a mi hijo cómo teñir la tela”.
Pinedo comenta que para realizar sus trabajos utiliza pinturas naturales, es decir, trae materiales de la selva: “para hacer esa pintura ecológica necesito tener la corteza de la selva. Viajo de 15 a 20 días para traerla, porque la madera no está cerca a la ciudad. Así traigo los colores y el barro especial del río para pintar. Estas enseñanzas nos vienen de nuestros ancestros, ellos nos enseñaron cómo trabajarlo”.
Luz Franco, coordinadora del Comité de Madres Artesanas "Ashë”, nos explica que todas las mujeres shipibas aprenden a bordar y trabajar los colores con sus madres, desde pequeñas: “A mí me enseño mi mamá desde chiquita, para que no me olvide de mi cultura”. Sin embargo, reconoce que algunos jóvenes de las nuevas generaciones se muestran reacios a aprender este arte: “las madres shipibas que crecimos en nuestras comunidades nativas sabemos hacer estos trabajos; pero hoy en día, las nuevas generaciones, ya casi no saben, tenemos que enseñarles. Algunos jóvenes no desean aprender porque dicen que están estudiando para ser profesionales, eso no debe ser así. Pero hay muchos que valoran su cultura, que están estudiando, saben bordar y se presentan como shipibos y hablan nuestra lengua. Tenemos que sentirnos orgullosos de nuestra cultura”.
Los shipibos se muestran orgullosos de su cultura y sus diseños, diferenciándose de otras etnias: “Nuestra vestimenta es una manera de diferenciarnos. En Lima nos vestimos como los demás, con pantalones, pero no dejamos nuestra vestimenta, la usamos en eventos o ante autoridades. Las mujeres usamos una blusa de diferentes colores y una falda envolvente y con diseños. Cada etnia se diferencia por sus diseños en la vestimenta”.
Los diseños shipibos, tan característicos en sus telas, son trabajados con hilo, lana o pintados con tinte natural con corteza de caoba. Estos diseños geométricos, llamados “kené”, son dibujados primero sobre la tela. El acabado es tan laborioso que una falda puede demorar 6 meses en ser terminada “si se le dedica tiempo”, como nos dice Luz.
Hoy en día su arte tiene mayor acogida, tanto en Lima como en el extranjero, donde han estado presentes en exposiciones o encuentros: “Hemos viajado a Argentina, Bolivia y Colombia, y el próximo año iremos a Ecuador. Así vamos difundiendo y nos hacen pedidos a las madres artesanas. Muchos se han sorprendido de nuestros diseños, pensando que el trabajo se hacía a máquina, no creían que bordábamos de esa manera. Ahora ellos también quieren aprender”
La comunidad shipiba de Cantagallo busca difundir su arte constantemente, es por ello que sus diferentes asociaciones realizan festivales y ferias artísticas, donde exponen sus bailes, música, comidas típicas, artesanías y pinturas.
Diana Tantaleán C.
Comunicadora Social. Editora de la revista INTERCAMBIO del Apostolado Social de la Compañía de Jesús.