En el plano económico América Latina ha resistido mejor que en el pasado los efectos de la actual crisis gracias sobre todo a las fortalezas macroeconómicas que dejó el ciclo económico favorable de 2003-2007. La fuerte intervención de los estados aplicando medidas económicas anti-cíclicas permitió suavizar los efectos de la crisis mundial en sus respectivos países. Algunos analistas económicos han señalado que lo peor de la crisis ya pasó; algunos indicadores económicos comienzan a mostrar recuperación, jalonado en parte por la elevación de los precios y la demanda de materias primas. Sin embargo, los efectos sociales de la crisis tardarán un poco más de tiempo en resolverse. El desempleo y la pobreza, entre muchos otros, no se verán reducidos en lo inmediato, aun contando con una buena recuperación económica.
El segundo semestre del 2009 se ha visto marcado por fuertes tensiones en temas relativos a políticas de seguridad y defensa mientras que, al mismo tiempo, se han podido observar progresos importantes en la recuperación de lazos políticos interrumpidos. La región andina continúa siendo foco de tensiones y divisiones político-ideológicas, puesto que al parecer vuelve a recuperar cierta significación en la política exterior estadounidense, a partir de la cual se constituyen alianzas u oposiciones en el área latinoamericana y en la subregión. Tal como era de esperarse estas tensiones y crisis afectan de manera directa las economías de los países involucrados reconfigurando el mapa de las relaciones económicas de los países de la región.
En el Cono Sur, en los casos de Chile y Argentina, los procesos políticos eleccionarios podrían reconfigurar el mapa de las fuerzas políticas dominantes, con un giro hacia el conservadurismo de derecha, lo que a su vez afectaría la conformación de bloques regionales que habían tomado fuerza apoyados en iniciativas de gobiernos con cierto nivel de empatía política. En el caso uruguayo, José Mujica ha sido elegido presidente de Paraguay, lo cual supone una continuidad de la política desarrollada por la coalición de izquierda.
En la región centroamericana, encontramos una fuerte debilidad institucional de los gobiernos, que se traduce en una incapacidad manifiesta para resolver graves problemas sociales como la pobreza, desnutrición, la inseguridad o crisis políticas. A lo que habría que añadir la poca fuerza de los actores sociales para producir o demandar a sus respectivos gobiernos soluciones a los problemas que les afectan. En el caso mexicano, los cárteles del tráfico de drogas han logrado un gran despliegue en todo el territorio nacional. Esto se traduce en una serie de delitos como: tráfico de drogas, asesinatos, tráfico y trata de personas, prostitución infantil, reclutamiento de niños y adolescentes como sicarios, etc., con capacidad de penetrar a toda la institucionalidad mexicana. La respuesta del Estado ha sido, hasta ahora, poco efectiva. Los cárteles siguen operando a sus anchas.
Publicado en enero 2010
Centro Gumilla
Es el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) de la Compañía de Jesús en Venezuela.